4 pilares básicos en la educación de nuestras mascotas

Adoptar a una mascota conlleva la asunción de ciertas responsabilidades. Desde el momento en que un animal de compañía pone una pata dentro de nuestro hogar, su bienestar y su integridad pasan a depender de nosotros. No obstante, una buena rutina de cuidado va más allá del ámbito físico. Una buena higiene o la suministración de las vacunas requeridas son tan importantes como otros aspectos psicoemocionales.

Proporcionarles una buena calidad de vida pasa de forma inevitable por un proceso de educación. Además, éste no sólo repercute directamente sobre nuestras mascotas sino, también, sobre el ámbito del hogar. Un perro bien educado respeta el mobiliario, sabe dónde debe hacer sus necesidades y no tiene actitudes violentas o potencialmente peligrosas con otros habitantes de la casa.

A continuación, compartimos contigo algunos de los puntos más importantes que deben integrarse dentro de este tipo de rutinas de aprendizaje. ¡Toma nota!

Masticación destructiva

Mordisquear objeto constituye un hábito instintivo en los cachorros. No obstante cuando están cambiando los dientes de leche pueden dar origen a un problema en su edad adulta. La masticación destructiva es la consecuencia de no corregir dicho hábito, por ejemplo, mediante juguetes de mascotas, y puede derivar en inconvenientes como la rotura de objetos personales, mobiliario o, incluso, a exponer a riesgos potenciales a otros perros o seres humanos.

La mejor forma de corregir esta conducta es insertar órdenes directas cuando se detectan comportamientos inadecuados. Para que un cachorro adopte el hábito de morder única y exclusivamente sus juguetes basta con verbalizar de forma clara una negativa. Un ‘no’, tajante y directo suele ser una buena vía para iniciar un proceso correctivo natural. Aprender a establecer límites requiere, sin embargo, de cierta continuidad y constancia. La paciencia resultará fundamental para que nuestra mascota logre ir asimilando las pautas de conducta. Los resultados se manifiestan de forma gradual, es decir, con el paso del tiempo. Además, la observación y la empatía se tornan ingredientes fundamentales. No sólo es importante identificar un comportamiento inadecuado, sino también tratar de comprender su origen o los procesos de comportamiento que le llevan a actuar de dicha forma. Un buen seguimiento y una buena comunicación hará que, poco a poco, el animal deje de morder objetos como cables, zapatos o sofás. No obstante, actuar en los primeros periodos de vida (cuando se produce el cambio de los dientes de leche) incrementará la efectividad de las medidas aplicadas y agilizará la manifestación de los resultados buscados.

Alimentación

Para construir una alimentación saludable y equilibrada es importante diseñar unos hábitos y configurar unas rutinas. Establecer un horario específicamente orientado a su alimentación de mascotas puede retribuir positivamente en su vida, no sólo en lo que respecta a su estado de salud desde el punto de vista nutricional, sino también como factor preventivo ante posibles cuadros de ansiedad relacionados con la comida.

A la hora de implementar una serie de rutinas es importante tener en cuenta cuáles son sus necesidades y, también, el tipo de riesgos que puedan existir de forma directa o indirecta desde el punto de vista fisiológico. Por ejemplo, es recomendable evitar que practiquen ejercicio inmediatamente después de comer porque, de lo contrario, puede derivar en algún tipo de problema gástrico.

Por otro lado, es preferible evitar que se alimente fuera de sus bebederos y comederos porque puede generar vicios difíciles de desaprender como, por ejemplo, pedir comida en la mesa.

Necesidades

Destinar un lugar específico para que el cachorro haga sus necesidades constituye un elemento clave dentro del proceso de educación. Nuestra mascota debe entender que no puede realizar sus necesidades en cualquier lugar del hogar tan pronto como sea posible. Desde el momento en el que se le hayan administrado todas las vacunas pertinentes puede salir al exterior. Para que pueda asociar con mayor facilidad el punto de evacuación definido, es recomendable diseñar una rutina con horarios. Lo más común es que baste con unos seis meses para identificar de forma autónoma el lugar y momento oportunos. Para acelerar el proceso de aprendizaje es importante mantener una rutina.

El refuerzo positivo es una herramienta fundamental, no sólo en esta rutina sino, en general, dentro de cualquier dinámica de aprendizaje. Acompañar las acciones correctas con premios o felicitaciones puede potenciar la efectividad y agilizar el desarrollo de buenos comportamientos. Es importante tener en cuenta que cada cachorro cuenta con sus particularidades. Aunque existen períodos promedio de aprendizaje, éstos pueden experimentar oscilaciones en cada caso. Además, también influye el tipo de implicación que el dueño tenga. En cualquier caso, la presencia del refuerzo positivo como estrategia puede hacer sólidos los resultados y convertirlos en comportamientos duraderos.

Socialización

La socialización representa uno de los aspectos más determinantes dentro de la rutina de cualquier mascota. Su capacidad para establecer vínculos y generar relaciones a largo o medio plazo con otros animales y seres humanos puede influir considerablemente en su bienestar, así como en su calidad de vida. Un buen momento para comenzar a educar a un cachorro en el ámbito social es a los tres meses de edad.

A lo largo de la socialización, cada cachorro aprende a configurar sus propios códigos, así como sus límites. Para fortalecer sus capacidades es importante que aprenda a relacionarse en la primera infancia tanto como sea posible. Cuanto mayor sea el volumen de personas, animales o situaciones que entren en contacto con él en un contexto de tranquilidad, más autocontrol y seguridad sobre sí mismo aprenderá a desarrollar a largo plazo durante su vida adulta.

Una de las primeras lecciones que deberá recibir es que, de forma cotidiana, otras personas y animales pueden formar parte de su entorno. Construir contextos relacionales de forma periódica y controlada puede acelerar su aprendizaje: Debe saber que, de forma directa o indirecta deberá aprender a respetar espacios, identificar límites y, también, establecer lazos saludables.