El cambio climático está haciendo que el Atlántico se caliente, lo que a su vez provoca que los huracanes y las tormentas tropicales que desarrollan sean cada vez más intensos y se desplacen a regiones donde estos fenómenos meteorológicos no han sido habituales hasta ahora. Esto es algo que se lleva observando desde hace algunos años y que se hace cada vez más evidente. Después de experimentar acontecimientos climáticos como la borrasca Filomena, reventones térmicos, fuertes tormentas o granizadas extremas, la gran pregunta que nos hacemos es si llegaremos a sufrir huracanes en España.
Según los expertos, en lo que va de siglo ya se han registrado fenómenos tropicales que alcanzan latitudes antes del Atlántico y la previsión es que sea una tendencia que aumente en el futuro. Este año, la temporada está marcada por la formación del huracán Danielle que llama la atención por haberse iniciado en una latitud anormalmente Atlántico para este tipo de fenómenos. Otra anomalía que ha sorprendido es que el huracán Earl haya ganado fuerza durante su desplazamiento hacia el norte del Atlántico, pasando de tormenta tropical a un potente huracán de categoría 3 en tan solo 48 horas.
MENOS HURACANES PERO MÁS INTENSOS
Otro efecto que espera como consecuencia del cambio climático es que el calentamiento de los océanos provoquen una disminución de la frecuencia de los huracanes. Es decir, habrá menos, pero un buen número de ellos alcanzan una intensidad fuerte. Estos nuevos huracanes previstos para un futuro próximo generarán vientos más fuertes, una mayor cantidad de lluvia y mareas ciclónicas de mayor potencia. Serán más destructivos y se moverán por regiones oceánicas muy amplias, zonas por donde no se solían desplazar en circunstancias normales.
Las temperaturas de la superficie del mar se están incrementando rápidamente y esto ya está haciendo que se intensifique la velocidad del viento de las tormentas tropicales y los huracanes. Por lo tanto, cuando se aproximen a tierra, es muy probable que causen más daños. Otro cambio previsto por los expertos en meteorología es que los huracanes de categoría 4 y 5 aumentarán aún más su potencia, debido al un incremento del 10% en la velocidad del viento huracanado. Las aguas más cálidas de mares y océanos están haciendo que los huracanes transporten mucha más cantidad de vapor de agua. Todos los pronósticos apuntan a un escenario de calentamiento global de 2 °C de media para los próximos años, lo que traerá un aumento de un 10% y un 15% de precipitaciones al final del verano.
TORMENTAS TROPICALES EN ESPAÑA
En España no es habitual, pero de vez en cuando parte de la península y de Canarias son alcanzadas por algún sistema tropical que se desplaza fuera de la región donde se forman. En este siglo hemos tenido la visita de 11 de 14 sistemas tropicales localizados en latitudes altas del Océano Atlántico. Una situación que hace años se consideraba atípica, pero que hoy en día comienza a ser frecuente. Además del aumento de la temperatura de las aguas, intervienen otros factores climáticos relacionados con cambios cíclicos en el estado de los océanos y la atmósfera. Es lo conoce como los fenómenos El Niño o la Niña oscilaciones normales que se producen cada cierto tiempo.
No obstante, los expertos de distintos centros de investigación han mostrado el cambio climático como el elemento fundamental con más peso. Cuanto más aumenta la temperatura del mar en las latitudes más altas, más energía hay disponible para que los huracanes y las tormentas tropicales se desarrollen con fuerza. La mayoría de los ciclones tropicales se forman, precisamente, en aguas tropicales y después circulan hacia el norte. Se originan muy lejos de España, pero cuando el clima es propicio y el océano ofrece energía suficiente, pueden llegar fácilmente al continente Europeo.
Por el momento, la Península solo recibirá los restos del huracán Danielle en forma de lluvias abundantes, descenso de las temperaturas y vientos de más de 40 kilómetros por hora en algunas zonas. Danielle se ha convertido en un ciclón tropical y se debilita poco a poco en el Atlántico. En los próximos días le tocará el turno a Earl, un huracán más fuerte que morirá en la península en forma de precipitaciones.