Aunque se puede tomar durante todo el año, el salmorejo es una de esas recetas que, como el gazpacho, resulta perfecta para los meses de verano. Una sopa o crema fría que te sentará genial después de una mañana de trabajo o estudio.
La elaboración puede cambiar un poco en cada región, pero hoy queremos hablarte de dos ingredientes que van a potenciar todavía más su sabor y que harán de esta crema fría un plato consistente y nutritivo.
Un buen primer plato
El salmorejo es una opción perfecta si quieres hacer un primer plato ligero. Si quieres que tus comidas de verano sean bajas en calorías, después de él puedes servir un poco de pollo o de pavo a la plancha.
Tu estómago y tu cuerpo lo agradecerán, puesto que las comidas pesadas hacen que el metabolismo tenga que trabajar más y eso hace ascender la temperatura corporal, que es lo que menos deseas en verano.