El retraso en la expansión internacional de Mediaset inquieta a los Berlusconi

En 2016 Vivendi entró en el negocio de la extinta televisión de pago de Mediaset Italia con una inversión de 800 millones. Aquella operación fue el preámbulo de una operación cocinada por Pier Silvio Berlusconi, hijo del ex primer ministro transalpino y capitán del colorido buque audiovisual radicado en Milán.

Mediaset, al igual que el resto de grupos audiovisuales europeos, veían con pavor la creciente pujanza de compañías americanas como Netflix y la hegemonía publicitaria en la red de los mastodontes predadores Facebook y Google.

Y es por ello que el clan Berlusconi impulsó una joint venture firmada por Mediaset Group (Italia y España), TF1 Group (Francia), y ProSiebenSat.1 (Alemania) con el propósito de lanzar una OTT paneuropea.

Stefano Sala, de Mediaset Italia, aseguró que el acuerdo era «la respuesta al panorama de vídeo digital de hoy día. Como emisoras líderes en Europa, en Mediaset, ProSiebenSat.1 y TF1 compartimos la misma visión estratégica y los mismos valores: queremos que nuestros anunciantes puedan llegar hasta los consumidores en un entorno de calidad y seguro para las marcas, con la transparencia y eficacia que caracteriza a nuestro producto. Nos encontramos en una posición idónea para impulsar juntos la nueva hoja de ruta de la publicidad en vídeo de alta calidad».

EL PLAN NEERLANDÉS

Generar economías de escala desde una compañía radicada en Países Bajos con presencia en los cuatro principales mercados de la UE era el plan berlusconiano con Media For Europe, pero el choque del clan con Vivendi dejó a la OTT sin su pata gala.

Vivendi, que se convirtió en segundo accionista de Mediaset solo por detrás de Fininvest, consiguió frenar la fusión entre las ‘Mediasets’ de España e Italia antes de replegarse en su país con pacto con TF1 y M6 para unir las dos compañías de tele vía satélite de Francia, Canal+ y TPS.

Finalmente, Vivendi enterró el hacha de guerra con Mediaset antes de desinvertir en el grupo y los Berlusconi decidieron que Media For Europe se hiciese con el control de su filial española, que tiene la caja limpia tras tomar posiciones en la alemana Prosieben.Sat1, que no quiere ni oír hablar de la internacionalización a pesar de los planes que le llegan desde Italia.

Esta última operación es clave para que la nueva OTT tenga acceso a un mercado natural de más de 180 millones de habitantes, en vez de a 100. Pero lo cierto es que el retraso en los planes de expansión internacional de Mediaset inquietan a los Berlusconi, que sufren al ver como el mercado va madurando mientras ellos tienen que actuar en la tele de pago con productos menores como Mitele Plus, que ni está ni se la espera a pesar del aterrizaje de ‘Supervivientes’.