Las imágenes no mienten. El cisma motivado por la Federación Internacional de Pádel, con su presidente Luigi Carraro a la cabeza y la creación de un circuito alternativo a World Padel Tour, ha provocado que el futuro de la disciplina de mayor crecimiento mundial después de la pandemia deje de disputarse en la pista azul para trasladarse a los tribunales.
Las tentaciones desde Qatar –unidas a un mal asesoramiento, según fuentes de la industria– no solo han incitado a una asociación de jugadores (PPA) a optar por la vía de la ilegalidad y el incumplimiento de contrato sino que han desencadenado la organización de un torneo, que está mostrando al mundo la peor de las imágenes para cualquier espectáculo deportivo con unas gradas completamente vacías y el eco como único efecto sonoro.
Reconvertido en pista de pádel, el imponente Khalifa Complex de Doha ha sido el escenario de diversas estampas que difícilmente se podrían contemplar en cualquier otra disciplina profesional. En un entorno desolador, con el personal de limpieza como único invitado de excepción, una leyenda en activo como Fernando Belasteguín atendía a pie de pista al canal oficial del circuito en YouTube nada más concluir su estreno en el Major de Qatar junto a su compañero Arturo Coello.
En las antípodas de aquel triunfo suyo ante 20.000 aficionados en el Master WPT de Buenos Aires en 2018, el pentacampeón de World Padel Tour expresó en un pabellón totalmente vacío su satisfacción por arrancar “una nueva etapa”, haciendo además un llamamiento a “los que quieran al pádel” para que se unan a su nueva causa: la de “la asociación de jugadores” y la “la Federación Internacional”.
“A pesar de las peleas de los últimos años, (el pádel) no ha parado de crecer. Ni me quiero imaginar si todos los actores vamos juntos en la misma dirección”, añadió, excluyendo nuevamente del reparto, al escenario en el que ha forjado su leyenda.
QUE NOS FRENE EL ALZA
El desarrollo internacional de este deporte de la mano de World Padel Tour, el primer circuito profesional a nivel mundial, no escapa a nadie. Tampoco a otro portavoz de la PPA, quien a la hora de referirse a los objetivos de su asociación se refirió a la introducción del pádel “en otros mercados que potencialmente puedan redundar en un crecimiento exponencial superior al actual”.
Debido a la creciente influencia de Nasser al-Khelaïfi, Qatar parte como el escenario principal de esta expansión anunciada desde la FIP y la PPA. Un nuevo statu quo que, tal y como se puede comprobar en los escasísimos primeros planos del público en Doha, dista mucho de perseguir una disciplina inclusiva y abierta, sin distinción de género o condición social, como lo ha venido siendo en los últimos años de la mano de World Padel Tour.