Los adultos no son los únicos que se exponen a situaciones de estrés, cansancio, angustia y agotamiento; la sociedad actual ha expuesto también a los más pequeños a ciertas situaciones en las que, como consecuencia, los niños pueden experimentar la dificultad de superar problemas o la incapacidad de interactuar socialmente.
Este tipo de ansiedades y sentimientos pueden combatirse con la práctica de técnicas de relajación y meditación. En Mindfulness para Niños utilizan el método de conciencia plena (mindfulness), que se aplica con el propósito de que los pequeños aprendan a gestionar sus emociones, a no juzgar y no sientan miedo a ser juzgados siendo conscientes de todo el valor que existe en su entorno y su cuerpo.
¿A qué hace referencia el mindfulness para niños?
El mindfulness para niños es una terapia que se aplica con la intención de mejorar su atención, entrenar su cerebro para que desarrolle la empatía, aprender a mantener la calma y gestionar cualquier tipo de emoción, utilizando como principal herramienta la meditación. De esta manera, el niño aprenderá a desenvolverse ante cualquier tipo de situación que se le presente en un entorno cotidiano.
En conclusión, el mindfulness para niños permite que los pequeños puedan crear distancias entre ellos y vivir emociones evitando que estas se apoderen de su razón, eliminando la posibilidad de reacciones impulsivas. Sus acciones son tomadas por su conciencia, llevándoles a tomar las mejores decisiones en situaciones de estrés, presión y angustia.
¿Cuáles son los beneficios de practicar mindfulness en niños?
El mindfulness es una terapia complementaria y de apoyo que ayuda a los niños a controlar y gestionar sus emociones en entornos poco favorables, concienciándoles del funcionamiento de la mente y el cuerpo. De esta forma, esta terapia ayuda a que los pequeños puedan manejar las situaciones de estrés, así como aprender a controlarlas disminuyendo los síntomas de ansiedad.
Por otra parte, ayuda a desarrollar grandes niveles de atención, permitiéndoles focalizarse en las actividades que deben hacer, teniendo como resultado un mayor rendimiento a nivel académico. El mindfulness les permite desarrollar una conciencia acerca de sus sentimientos y pensamientos, creando una mayor empatía con todo lo que les rodea.
Las técnicas de relajación son fundamentales para ayudar a los pequeños a manejar situaciones de conflicto, llegando a ser mediadores entre iguales y manteniendo siempre el equilibrio entre las emociones y el bienestar físico. Por último, les permite mejorar el modo en el que se relacionan con los demás, creando relaciones sólidas y sanas.