La pasta gusta a casi todas las personas. Este plato llegado desde tierras de Italia, y que tiene mucha relación con Asia, aunque pocos lo sepan, ha conseguido conquistar el paladar de todo el mundo. Su sencillez y la versatilidad al poderla combinar con multitud de salsas diferentes han sido parte de su éxito.
Pese a que es tan popular, aún existe mucho desconocimiento en torno a estos platos. Muchas dudas sobre si catalogarlos como un plato saludable o no, sobre si puede incluirse en una dieta o no, si engorda mucho o poco, etc.
La pasta italiana
El origen de la pasta tal como la conocemos en occidente, es diferente a la asiática. Algunos historiadores apuntan a que el origen de este tipo de pasta tuvo lugar en la civilización etrusca, del siglo IX a.C. Se elaboraban machacando cereales, y mezclando esa harina con agua para hacer formas y luego cocerla.
Con la llegada de los griegos que fundaron Nápoles, comenzaron a hacer una receta que elaboraban con harina de cebada y agua, que luego secaban al sol, dando lugar a la forma más contemporánea. La forma solía ser de láminas largas, pero poco a poco, con los nuevos instrumentos y procedimientos se fueron elaborando otras formas, evolucionando hasta la actual pasta. Luego, los italianos comenzaron a usar harina de trigo en sus recetas, que es la que se ha extendido por el resto de Europa y todo el mundo.
