Y tú de quién eres: el nuevo recibo de la luz alumbra los diferentes clientes

Cuando se anuncia un cambio en el recibo de la luz, el sobresalto en el consumidor es inmediato y la duda que asalta siempre la misma: ¿soy del mercado libre o regulado? Y es que, muy pocos españoles saben con certeza en qué mercado tienen contratado el suministro eléctrico de su hogar o negocio. Existen dos opciones: el mercado regulado y el mercado libre, pero más del 80% de los españoles no lo saben y desconocen además que esa información marca la diferencia que cambia el precio que pagamos por la electricidad.

Y si hasta ahora el dato pasaba desapercibido, a partir de junio de 2021 los españoles tendrán que pensar dos veces cada movimiento asociado al consumo eléctrico. No sólo en los hogares, las pymes también se verán afectadas por el nuevo recibo de la luz. El cambio es obligatorio, se deriva de una regulación y afectará a todos los consumidores. Y es que el cambio en las tarifas eléctricas aprobado por el Gobierno se centra en potencias inferiores a 15 kW. Ahora, conocer en qué mercado teníamos nuestro contrato energético nos puede ayudar a medir cómo nos afectará el nuevo sistema de tarifas.

Desde el año 2009 en España se liberalizó el sector de la energía para dar la oportunidad al cliente de poder escoger su propia tarifa. La gran diferencia entre el mercado libre y el regulado es el precio de la electricidad consumida.

La factura que recibe un cliente en el mercado regulado comparte dos componentes con la que recibe un cliente en el mercado libre: los peajes de acceso y los impuestos. Pero tiene un tercer componente diferenciador, que es el precio que se cobra por la producción de la electricidad.

En la tarifa del mercado regulado el precio por la producción de la electricidad es variable, concretamente se fija hora a hora en función de lo que dicta el mercado mayorista de electricidad (los precios se publican diariamente en la web de Red Eléctrica Española).

El precio de la electricidad varía en función de la estación del año y de otros condicionantes como posibles inclemencias meteorológicas, tal y como ocurrió con la borrasca Filomena a principios de año. Las comercializadoras en el mercado regulado, o de referencia, venden exclusivamente la energía con la tarifa regulada que fija el Gobierno que se llama PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor).

En la tarifa del mercado libre el precio depende de lo que se pacte con la comercializadora, ya que en este mercado se permite ofrecer descuentos a los clientes, u ofertas combinadas de luz y gas, incluso servicios de mantenimiento (algo que no se permite en el mercado regulado).

Saber si estamos en el mercado regulado o en el mercado libre no es complicado, aunque la gran mayoría ha pasado por alto hasta ahora contar con esta información. Lo podemos saber mirando en nuestra factura en el apartado “Datos del contrato”, o acudir al área de clientes y consultarlos allí, bien a través de internet o llamando al servicio de atención al cliente.

Los contratos en el mercado regulado no tienen permanencia y sólo pueden llevarse a cabo en potencias inferiores a 10 kWh contratados en la vivienda o negocio. Por su parte, los contratos del mercado libre están sujetos a las condiciones de la oferta y se puede acceder a ellos aún teniendo contratados más de 10KWh de potencia.

La liberalización de 2009 hace que los españoles puedan elegir y cambiar de mercado si así lo estiman oportuno. De esta manera podemos elegir pasarnos del mercado libre al regulado con su tarifa PVPC y viceversa.

Hay otra característica a tener en cuenta. En España todas las comercializadoras venden en el mercado libre, pero solo ocho comercializadoras de referencia pueden vender en el mercado regulado. Antes era complicado diferenciar cuáles vendían en cada uno, ya que las comercializadoras de referencia pueden hacerlo en los dos, y lo hacían con nombres y logos muy parecidos, pero la CNMC les obligó a cambiar de nombres y diferenciarse.

Las ocho comercializadoras de referencia que existen son: Baser Comercializadora de Referencia, S.A.; Energia XXI comercializadora de referencia S.L.U. (grupo Endesa); Teramelcor SL; Comercializador de Referencia Energético, S.L.U.; Régsiti Comercializadora Regulada, S.L.U. (grupo Repsol); Comercializadora Regulada, Gas & Power, S.A. (grupo Naturgy); Curenergía Comercializador de último recurso S.A.U. (Grupo Iberdrola) y Energía Ceuta XXI Comercializadora de referencia S.A.

LA TARIFA QUE NO ES TAN PLANA

Como ya hemos reseñado, cuando se contrata el suministro en el mercado regulado, el precio de la luz varía de hora en hora, por lo tanto es imposible que se pueda saber a priori el gasto en electricidad que se va a tener cada mes. Aunque en el mercado libre se pueden pactar más los precios, acogiéndose a las ofertas o descuentos, los precios tampoco son fijos, muchos usuarios optan por contratar una de las muchas tarifas planas que se ofrecen.

Estas tarifas prometen una cuota fija mensual independientemente del consumo, de forma que se pueda controlar mejor el gasto energético. La cuota te la propone la empresa comercializadora basándose en los registros de consumo de la vivienda. Estos registros figuran en una base de datos accesible para todas las empresas.

Pero la realidad es que esas ofertas tienen límites de consumo y suelen resultar bastante más caras que el PVPC. Además, cuando uno se pasa del consumo máximo programado, el precio al que se paga el KWh suele resultar bastante caro. Se aplica una penalización por sobrepasar el consumo establecido en la tarifa contratada.

Para ahorrar en el recibo de la luz, la tarifa plana no es siempre la mejor opción. Y con el nuevo recibo menos, ya que lo que precisamente potencia este recibo es la optimización del consumo en los horarios más beneficiosos para el cliente.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.