ACS ha entrado en el concurso convocado por la empresa gestora del transporte de Nueva York para adjudicar las obras del nuevo tren elevado que sustituirá a uno antiguo y que conecta todas las terminares del aeropuerto de Newark con el resto de medios de transporte de la ciudad y su área metropolitana.
La compañía presidida por Florentino Pérez puja por este contrato valorado en 2.000 millones de dólares (1.660 millones de euros) por medio de su filial Dragados y en consorcio con varias empresas locales del sector como Halmar, Schiavone, HDR Engineering y BYD Transit, según ha dado a conocer la entidad adjudicataria.
Frente a ACS hay otros tres consorcios que competirán por hacerse con este contrato, uno de ellos integrado por Alstom junto con las americanas Aecom, Kiewit y Tully. Otra de las alianzas está formada por la sueca Skanska, la japonesa Mitsubishi y las canadienses SNC-Lavalin y Cowi, mientras que en la última de ellas solo concurren firmas estadounidenses (Tutor-Perini, Parsons y DCCCA1).
El nuevo tren elevado, denominado AirTrain Newark, prevé reemplazar la actual infraestructura, que se inauguró en 1996 pero ya se ha vuelto obsoleta y poco segura. Por ello, la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey confían en que esta actualización proporcione «los mejores estándares de su clase en cuanto a seguridad, comodidad, conveniencia y tecnología propia del siglo XXI.
El tren discurrirá por una vía elevada de unos cuatro kilómetros de longitud y la infraestructura contará con nuevas herramientas digitales y nuevos servicios tanto en las estaciones como en los vehículos. Se prevé que las obras comiencen a mediados de 2022.
ACS sigue posicionándose de esta forma como la constructora española con mayor presencia en Norteamérica, donde solo el año pasado ingresó 17.300 millones de euros, más de la mitad de lo que obtiene en todo el mundo. De su actual cartera global de 70.000 millones de euros, el 44% corresponde a esta región y, solo en 2020, sus adjudicaciones en Estados Unidos alcanzaron los 4.000 millones de euros.
En 2021, ya bajo la Administración Biden, que ha lanzado un plan de infraestructuras de 2 billones de dólares, ACS se ha hecho con obras de saneamiento de agua y transporte en California por 100 millones, con la renovación del aeropuerto de Dallas por otros 100 millones y con la construcción de un hospital en Washington por 320 millones, al mismo tiempo que ha entrado en el proyecto de Nueva York para desarrollar un parque eólico marino frente a sus costas.