Una lata de conserva es uno de los productos más recurrentes para esos momentos en los que no te apetece cocinar y no tienes nada que comer, o para un aperitivo, complementar otros platos, etc. Aportan mucha flexibilidad y son muy cómodas, ya que simplemente las abres y puedes comenzar a disfrutar de ellas. A eso hay que agregar la gran variedad de conservas existentes, desde productos del mar, hasta legumbres, verduras, carnes, etc.
Si eso te parece poco, suelen ser productos bastante saludables, debido al proceso de conservación al que se someten y durante el que no pierden demasiados nutrientes. Aunque bien es cierto que alimentarse solo exclusivamente de conservas no es lo más saludable. Además, esconden otra amenaza para tu salud si no las usas de forma adecuada…
El peligro de una lata de conserva mal conservada
Consecuencias para la salud
Existe una diferencia entre fecha de caducidad y de consumo preferente como ya deberías saber. Con la fecha de caducidad se indica hasta cuándo un producto es seguro para el consumo. En cambio, el consumo preferente es solo una recomendación, y se puede consumir más allá de esa fecha sin consecuencias para tu salud, tan solo habrá perdido ciertas propiedades, como su textura, consistencia, sabor, etc.
La lata de conserva tiene fecha de caducidad, por tanto, siempre debes respetar con rigurosidad esa fecha. Jamás deberías probar o comer una lata una vez pasada la fecha de caducidad, o podría traer consecuencias bastante graves para tu salud.
Tampoco deberías dejar abiertas las latas ni fuera de la nevera ni dentro de ella. Cuando abras una lata de conserva, mejor consúmela en el momento o deséchala. De lo contrario, también puede traer consecuencias para tu salud, aunque pienses que solo son unos días.
Las consecuencias más habituales de consumir una conserva en lata en mal estado pasa por el botulismo. Una enfermedad poco frecuente, pero grave que se produce por la bacteria Clostridium botulinum. Este tipo de bacteria puede producir vómitos, diarrea, constipación e inflamación abdominal, debilidad en el cuello y brazos, afectar a los músculos respiratorios y a la parte inferior del cuerpo. Por tanto, no hay que tomarlo a broma. Gracias a los nuevos tratamientos con una antitoxina, el botulismo no suele causar tantas muertes en la actualidad como en el pasado, pero es algo grave que debe tomarse muy en serio.
Además del botulismo, la contaminación por aire de las conservas en lata abiertas también podrían contaminar los alimentos con ftalatos, una sustancia presente en el aluminio y que puede favorecer la aparición de cáncer.
