El ascenso y caída de la ‘conversa’ Begoña Alegría define RTVE

La tensión en RTVE va en aumento en un fin de semana marcado a nivel interno por las elecciones a los Consejos de Informativos, órganos muy influyentes por su «posibilidad de decidir qué está mal y qué está bien», cuenta un histórico de la Corporación pública a MERCA2.es. Estas elecciones, con posibilidad telemática, se celebran entre ayer y este lunes 15 a las 20 horas.

Comisiones Obreras, plegada a los intereses de Unidas Podemos y controladora de la mayor parte de la redacción de informativos de TVE, quiere colocar al frente de los Consejos a una persona de confianza y Yolanda Sobero es el nombre que más resuena en los pasillos de la pública.

MAPA PARA COMPRENDER UNA GUERRA CRUENTA

La derecha ‘no pinta’ nada dentro de RTVE porque todas las guerras políticas y sindicales son de carácter progresista: de un lado UGT, que dispara contra el PSOE porque Enric Hernández ha tenido que ganarse la ‘paz social’ mediante múltiples concesiones al tándem Unidas Podemos-Comisiones Obreras.

Lo cierto es que Enric Hernández ha decepcionado a muchos ‘ugetistas’ que ven con muy malos ojos que la formación morada tengan tanta influencia en los ‘Telediarios’ o incluso tengan espacios estrella proclives a su línea editorial, véase ‘Las cosas claras’.

En esta guerra, con componentes de lucha de poder y algo de ideología, pinta mucho Fran Llorente, que según algunos socialistas está más cercano en afinidad a Pablo Iglesias que a Pedro Sánchez. El exjefe de informativos ‘enreda’ a nivel interno y cuenta con peones en altos mandos: Pep Vilar, jefe de informativos; o Xabier Fortes, estrella de ‘La noche en 24 horas’ (porque el PSOE le quitó del medio tras creer que se ha ‘pasado’ a Podemos).

‘CONVERSOS’: DEL PSOE A UNIDAS PODEMOS

Una breve secuencia cronológica ayuda a comprender qué ha pasado en RTVE: a finales de julio de 2018 el PSOE, logra imponer como administradora única a Rosa María Mateo para evitar que Pablo Iglesias se haga con el poder en la Corporación pública.

Mateo decide elegir como jefa de informativos a una persona cercana a Fran Llorente: Begoña Alegría. Esta profesional estaba muy bien posicionada, en parte por participar de forma muy activa en los ‘Viernes negros’ y, en parte, gracias a que su marido ‘Juancho’ Vidal, directivo de RTVE purgado por el PP, es íntimo del entonces presidente del Consejo de Informativos Alejandro Caballero (tal y como contó en su día Luis Balcarce en Periodista Digital).

‘Juancho’ Vidal, vasco y cercano al PSE de Patxi López, se convierte a un elemento a tener muy en cuenta en la promoción de Alegría, que en un solo curso apuesta por una independencia que molesta a los socialistas de Iván Redondo, muy cabreado al ver que, según él, Podemos «controla La 1 a través de Xabier Fortes», al que le habían colocado en ‘Los desayunos’ y en un tramo al mediodía para competir contra Ferreras.

Iván Redondo pasa al ‘plan b’ y en septiembre de 2019 impone un fichaje para un puesto inédito, director de Actualidad de RTVE. Y llega Enric Hernández, hombre de confianza de Ferraz y el PSC por sus años al frente de El Periódico de Catalunya.

El fichaje de Hernández humilla a Rosa María Mateo, que aun así decide guardar silencio al ver como La Moncloa la puentea (ella ha preferido aguardar como jarrón chino con sueldo VIP, en torno a 150.000 euros anuales). Pero humilla más a Alegría, que en septiembre recibe con mala gana a Hernández y en noviembre dimite como jefa de informativos al ver que también la han puenteado.

ENRIC HERNÁNDEZ LO INTENTA

Enric Hernández se sabe odiado dentro de RTVE desde el día 1: el 65% de los trabajadores de informativos votan ‘no’ a su nombramiento. Aun así él decide aguantar y montar una redacción paralela muchísimo mayor a la que formó el PP con extrabajadores de Intereconomía TV.

Y se trae de París a Almudena Ariza, que según cuentan fuentes internas de RTVE a MERCA2.es «vio el percal y se largó». Ariza dimite, Hernández asume el cargo sin querer y al fin encuentra un hombre de consenso para calmar a Fran Llorente/CCOO: Pep Vilar, profesional de indudable honestidad que, cierto es, ha hecho carrera a la sombra del PSC.

Vilar, del que casi todo el mundo habla bien a nivel interno, suaviza la guerra por los ‘Telediarios’ entre PSOE y Unidas Podemos. Pero este verano pasado la posible paz interna salta por los aires porque Iván Redondo se empeña en llevar la batalla a los programas de entretenimiento.

Y Enric Hernández, sin contar con la directora de Magazines de TVE Isabel Cacho (que acaba dimitiendo), cancela ‘Los Desayunos’ para quitarle poder a UP/CCOO y pone en marcha un magazine llamado ‘La hora de La 1’ con Mónica López, que está demostrando unas grandes tablas y está haciendo mejor audiencia de la esperada. El espacio, prosocialista, es apadrinado por Pedro Sánchez en su estreno.

Iván Redondo y Enric Hernández no se conforman con politizar toda la mañana e impulsan una aventura efímera llamada ‘La primera pregunta’, que es cancelado al tercer día por no poder hacer sombra los sábados en prime time a ‘La Sexta Noche’.

ATRESMEDIA

Los proyectos prosocialistas ponen en alerta a Unidas Podemos, que quiere un programa proclive a sus intereses. Y por ahí aparecen un susurrador profesional, José Miguel Contreras, y un periodista que, aunque fuera injustamente defenestrado por presiones del PP, Jesús Cintora, quizás no es un profesional idóneo para moderar una tertulia que quiera ser neutral.

Con ‘Las cosas claras’, facturado por una productora externa a pesar de su cariz informativo, Pablo Iglesias ve realizados sus deseos y Pedro Sánchez e Iván Redondo, de paso, logran robarle dos puntos de share a Antonio García Ferreras.

Y es que una de las claves de todos estos movimientos es la obsesión de Redondo contra ‘el nuevo Grupo Prisa’, Atresmedia, al que no le perdona su pulso por el debate electoral de 2019 o la influencia que tiene en los ámbitos de poder.

Redondo quiere neutralizar La Sexta ‘clonando’ su parrilla con Mónica López, Jesús Cintora o el efímero Lluís Guilera. Y quizás en mayo La 1 lance un nuevo ‘Más vale tarde’ con el que el canal seguirá envejeciendo su audiencia y bajando en share.

Y es que una cadena que aspira a competir contra señales como Telecinco o Antena 3, que rondan el 13% de share, no puede ponerse a competir contra un proyecto privado como La Sexta, que por muy influyente que sea no pasa del 7%.