El grupo Amper obtuvo en el primer semestre de 2020 un beneficio neto atribuido de 1,65 millones de euros, lo que supone un 80% menos que los 8,29 millones de euros que ganó en el mismo periodo del año anterior, debido al impacto de la crisis generada por el Covid-19, según informó la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La cifra neta de negocios de la compañía ascendió a 84,2 millones de euros en el periodo comprendido entre enero y junio, lo que representa un descenso del 4,7% en comparación con los 88,4 millones de euros que ingresó en el mismo periodo de 2019.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Amper alcanzó 5,77 millones de euros, lo que supone un 46,1% menos respecto a los 10,71 millones de euros que obtuvo en la primera mitad de 2019. De esta manera, el margen de Ebitda bajó desde el 12% registrado hace un año hasta el 7%.
Amper subraya que la «buena trayectoria» con la que había comenzado 2020 se vio «truncada» en el segundo trimestre por el impacto del Covid, pero defiende que las medidas de contingencia implementadas destinadas a proteger los márgenes y a la reducción de costes han permitido que el grupo no destruya Ebitda en el segundo trimestre.
En un comunicado, Amper destaca que, a pesar de los retrasos sufridos, ninguno de los contratos previos a la situación provocada por Covid-19 ha sido cancelado, habiéndose reactivado a día de hoy «la ejecución de la práctica totalidad los mismos».
En este sentido, el grupo señala que cuenta con una cartera de proyectos ejecutables en los próximos meses que al cierre del primer semestre de 2020 supera los 130 millones de euros, un 30% más que el mismo periodo de 2019.
Por otro lado, el consorcio también informa de que ha decidido retomar la operaciones de adquisición anunciadas antes de la crisis generada por la pandemia del coronavirus y que se irán cerrando «en las próximas semanas».
En general, Amper considera que ha superado «exitosamente» este segundo trimestre de crisis Covid-19 y tiene «plena confianza en una capacidad de recuperación de la actividad operativa en los siguientes trimestres a pesar de no alcanzar las cifras del Plan Estratégico previstas para el ejercicio 2020».
El consejo de administración está realizando una «reflexión estratégica» con el objetivo de redefinir las propuestas de valor de sus negocios, tanto tecnológicos como industriales, que constituirán la base de un nuevo plan estratégico de «crecimiento ambicioso», que se presentará a los mercados antes de la junta general de accionistas a celebrar tras el verano y, en todo caso, antes del 31 de octubre.