El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, no se ha mostrado este viernes partidario de limitar la producción de aceite de oliva en España y ha abogado por la «corresponsabilidad» y «una labor conjunta» entre Gobierno, comunidades y sector con medidas a corto y largo plazo.
Así lo ha señalado en una entrevista en Canal Sur Radio, en la que ha explicado que limitar la cosecha sería una decisión administrativa de ámbito europeo que «solo se toma en circunstancias excepcionales». Y ha apuntado que «ni Portugal, ni Italia, ni Francia ni Grecia estarían a favor» de esta medida, por lo que no saldría adelante.
«Y de salir adelante, dentro de la Unión Europea y fuera hay quien no estaría sometida a ella», de manera que «si no lo producimos nosotros, lo van a hacer otros», ha subrayado.
HOJA DE RUTA
Planas, que presentó este pasado jueves la ‘hoja de ruta’ para el sector del aceite de oliva, con diez medidas relativas a la regulación de la oferta, la calidad y trazabilidad, a la promoción y a la futura Política Agrícola Común (PAC), ha indicado que «el primer problema» del aceite es el precio, que está «absolutamente bajo y hundido».
Según ha detallado, la campaña pasada fue extraordinaria y en esta, aunque inferior en un 37 por ciento, cuenta con un alto enlace, lo que provoca precios bajos. En cuanto a la cosecha 2020-2021, ha destacado que va a ser abundante y «se pueden dar problemas de desajuste entre oferta y demanda», de manera que el sector ya está trabajando en una autoregulación y el Ministerio ha reclamado acciones de retirada parcial para intentar mantener los precios.
El ministro ha señalado que, aunque el nivel de ventas aumenta, este lo hace «más despacio de lo que crece la producción», por lo que ha llamado a seguir trabajando en este ámbito abriendo nuevos mercados en Asia, Brasil, recuperando posiciones en Estados Unidos, haciendo más en Alemania y Reino Unido y, dentro de España, en los consumidores jóvenes.
En cuanto al tratamiento del olivar dentro de la Política Agrícola Común (PAC), Planas ha apostado por diferenciar el cultivo tradicional del intensivo y del superintensivo, con apoyos al tradicional que soporta un coste superior. Asimismo, ha señalado el fomento del cultivo ecológico para multiplicar por tres el actual, hasta las 600.000 hectáreas, y, con cargo al segundo pilar de la PAC, abogar por procesos de agrupación para bajar costes.
De igual manera, también ha llamado la atención sobre la posibilidad de adelantar la recogida de un cinco por ciento de la cosecha con el objetivo de ganar en calidad. «No hay soluciones milagrosas, pero todas juntas echan una mano», ha subrayado.
