El conglomerado japonés SoftBank Group prevé registrar pérdidas por importe neto de 900.000 millones de yenes (7.688 millones de euros) en su ejercicio fiscal 2019, cerrado el pasado 31 de marzo, tras haber elevado un 20% la estimación de sus ‘números rojos’ respecto de los 750.000 millones de yenes (6.407 millones de euros) comunicados inicialmente al mercado hace dos semanas como reflejo de un mayor deterioro de lo esperado del valor de su inversión en WeWork.
SoftBank Group logró un beneficio neto 1,41 billones de yenes (12.044 millones de euros) en su anterior ejercicio fiscal, cerrado a 31 de marzo de 2019.
El deterioro respecto de la anterior previsión de resultados refleja principalmente el aumento esperado por SoftBank de las perdidas no operativas por inversiones realizadas fuera de Vision Fund, como The We Company, la matriz de WeWork, que a mediados de abril había cifrado en unas pérdidas de aproximadamente 800.000 millones de yenes (6.834 millones de euros), pero que ahora estima en más de 1 billón de yenes (12.044 millones de euros).
En concreto, SoftBank calcula que de este billón de yenes en pérdidas, «alrededor de 700.000 millones de yenes (5.976 millones de euros) corresponden a la inversión, compromisos de préstamo y garantías financieras en favor de WeWork.
Por otro lado, el conglomerado tecnológico dirigido por Masayoshi Son ha confirmado que espera alcanzar una cifra de negocio de 6,15 billones de yenes (52.535 millones de euros) al cierre de su ejercicio, lo que supondría una caída del 36% respecto de los ingresos contabilizados en su anterior año fiscal.
En este sentido, SoftBank precisó hace dos semanas que esta diferencia en su facturación neta refleja principalmente la reclasificación como operaciones discontinuadas de los ingresos y pérdidas de su filial estadounidense de telefonía Sprint Corporation, fusionada con T-Mobile.
SoftBank Group anunció a final de marzo un plan para la venta de hasta 4,5 billones de yenes (38.442 millones de euros) en activos de la compañía, con el objetivo de reducir su deuda y aumentar sus reservas de liquidez y autorizó un nuevo programa de recompra de acciones propias por importe de hasta 2 billones de yenes (17.085 millones de euros).
Asimismo, la compañía decidió dar marcha atrás a su plan de compra de acciones de The We Company, matriz de WeWork, por valor de 3.000 millones de dólares (2.742 millones de euros), al considerar que se habían incumplido varias condiciones para el cierre de la operación, tras lo que la firma fundada por Adam Neumann decidió presentar una demanda contra la compañía japonesa.