Cómo hacer yogur casero

El yogur es uno de los alimentos más saludables que nos podemos encontrar. Por tanto, hacer un delicioso yogur casero es imprescindible para colocar un delicioso y sencillo postre sobre nuestra mesa. Además, si contamos con el tiempo suficiente es una buena forma de pasar una tarde entretenidos en la cocina.

Aunque no seamos cocineros expertos, esta es una de las recetas más fáciles para adentrarnos en el mundo culinario. De hecho, también es duradero, pues podremos tenerlo hasta siete días en la nevera sin ningún problema. La pasteurización industrial es la que destruye su potencial vivo.

Lo haremos con mucha menos azúcar y, por tanto, será mucho más saludable. Una buena opción para toda la familia que, además, hará muy felices a los más pequeños de la casa. Descubre cómo preparar un delicioso yogur casero de forma fácil y rápida.

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Continuación del proceso

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Puede que el sabor algo ácido del yogur tradicional no nos termine de gustar demasiado. Por ello, podemos usar la cucharadita que tenemos reservada de azúcar o miel y añadirla a la leche recién calentada. Es decir, en el mismo cazo. Su sabor dulce contrarrestará el ácido.

Después, esperaremos a que se enfríe a unos 46 o 50 grados. Para ello, podemos volver a utilizar el termómetro e ir controlando la temperatura. El motivo es que la leche debe estar caliente, pero no demasiado para que mate las bacterias del yogur. Este proceso podría tardar hasta media hora.

Cuando tengamos esa temperatura deseada de 46 o 50 grados, echaremos una cucharada sopera de yogur natural. Es decir, 15 gramos del mismo. Más tarde, removemos todo para mezclarlo bien. Cuando terminemos, colocamos la tapa del termo, cuidando que esté bien cerrada, y lo dejamos así durante cuatro horas. En este tiempo, los fermentos harán su especial trabajo. Aunque podríamos dejarlo durante más tiempo, aumentaría el riesgo de infección por bacterias no deseadas. Eso sí, el sabor es mejor si lo dejamos algunas horas más.