La ministra de Trabajo y Economía Social, ha asegurado este martes en el Congreso que su departamento «no habla de reapertura de actividades sino de planificación de medidas», ante las críticas de la oposición por sus palabras acerca de una vuelta a la normalidad de las diferentes actividades por el impacto de la crisis del coronavirus.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Trabajo, a la que ha acudido para dar cuenta de las medidas seguidas por su departamento en esta crisis, Díaz ha sido cuestionada por sus declaraciones sobre la normalidad de las actividades en dos fases, una antes de verano, y otra después del mismo, y encuadrando en esta última a sectores como el turismo, la navegación aérea o la cultura.
En este sentido, ha señalado que hay sectores para los que tiene previsto extender la prolongación de las condiciones aprobadas para los ERTE por fuerza mayor con motivo de la crisis y que continuarán «precisando mecanismos de ajuste».
COMPROMETE QUE «SE VA A DEJAR LA PIEL»
Interpelada por varios grupos sobre los efectos que pueden tener sobre las reservas turísticas, Díaz ha asegurado que su departamento «se va dejar la piel», junto con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, por los trabajadores del sector turístico y «ayudarles en todo lo que sea necesario» pero ha dicho, al respecto de los efectos de la pandemia del coronavirus, que no puede negar los datos sobre el descenso de reservas.
«Me gustaría negar los datos, pero creo que no hago nada bueno negando los datos», ha señalado, reconociendo que hay comunidades que «tienen una afectación mucho más fuerte porque tienen una dependencia mucho más fuerte», y ha asegurado que trabajará por ayudar al sector. «Es salvar nuestro país», ha subrayado.
En su réplica, Díaz se ha apoyado de lo manifestado por su colega del grupo de Unidas Podemos, el portavoz laboral de esta coalición, Alberto Rodríguez, que ha señalado cómo la previsión más optimista en Canarias pasan por una ocupación de abril a diciembre similar a la de un sólo mes del año anterior, 9,5 millones de ocupaciones, pero la peor pasa por un millón de ocupaciones, equivalente a un sólo fin de semana.
