El grupo francés de lujo Kering, dueño de Gucci e Yves Saint Laurent, registró una facturación de 3.203,2 millones de euros en el primer trimestre de 2020, lo que equivale a una contracción del 15,4% en comparación con el mismo periodo del año pasado, según ha informado la compañía este martes.
«Tras un inicio muy prometedor para todas nuestras marcas, la rápida expansión del Covid-19 afectó a nuestro rendimiento en nuestros mercados principales. Estamos trabajando duro para asegurar la continuidad y la preparación de todos nuestros negocios», ha explicado el presidente y consejero delegado de la empresa, François-Henri Pinault.
El ejecutivo ha detallado que Kering ha establecido como prioridades adaptar su base de costas y «preservar» su posición de efectivo «en todos los niveles del grupo«.
Por segmentos de negocio, los ingresos de Gucci se desplomaron un 22,4%, hasta alcanzar los 1.804,1 millones de euros, mientras que la cifra de negocio de Yves Saint Laurent cayó un 12,6%, situándose en los 434,6 millones de euros. Entre enero y marzo, la facturación de Bottega Veneta se elevó en un 10,3%, hasta 273,7 millones de euros. El resto de marcas del grupo ingresó 553,3 millones de euros, un 4,1% menos.
Asimismo, debido a la situación de crisis generada por la pandemia del Covid-19, Kering ha decidido revisar la propuesta de dividendo que llevará a la junta de accionistas, que se celebrará el 16 de junio, será de 8 euros. Esta cifra supone un ajuste del 30% con respecto a la propuesta inicial.
La compañía abonará a los accionistas un dividendo de 3,5 euros. Dependiendo de lo que se apruebe en la junta, la cantidad restante se pagará el 25 de junio.
Asimismo, el grupo ha aprobado la revisión del plan de remuneración de 2020, anunciada a mediados de mes, por la cual se reducirá en un 25% la remuneración fija del consejero delegado y se eliminará la parte variable. El resto de ejecutivos del consejo reducirán su remuneración total un 30%.
