jueves, 12 diciembre 2024

Los pasos para crear el convenio de tu empresa (y que todos estén contentos con él)

Cualquier convenio de la empresa debe ser realizado por escrito y firmado por todas las partes negociadoras. De no ser así, este podría declararse directamente nulo.

Este convenio será el resultado de la negociación entre los trabajadores y la empresa. En el mismo se regularán las condiciones de trabajo, la productividad y se expondrán los derechos y obligaciones de cada una de las partes.

Aunque realizarlo no es complicado, sí hay que tener en cuenta algunos aspectos básicos. Por ello, es bueno seguir estos pasos para no dejarse nada en el tintero.

Pasos para crear un convenio de empresa con éxito

Los convenios son acuerdos que se establecen entre el o los representantes de la empresa y el o los de los trabajadores para establecer las condiciones laborales y las obligaciones de ambas partes.

Normalmente cuentan con una duración de un año, aunque son prorrogables de año en año a no ser que alguna de las partes desee modificarlo.

Iniciativa y recepción

En primer lugar, debemos tener en cuenta algunos aspectos y puntos clave. A la hora de querer firmar un convenio para la empresa, se debe conocer que las partes legitimadas son tanto los representantes de la empresa como los representantes de los empleados o trabajadores.

Teniendo esto claro, podemos recalcar que la iniciativa puede corresponder a cualquiera de estas dos partes.

El proceso a seguir una vez que se tome la iniciativa es proceder a la comunicación de la intención. Esta debe realizarse siempre por escrito. Además, se debe remitir una copia a la Autoridad Laboral que sea pertinente. En este comunicado se debe redactar el ámbito territorial y funcional de la negociación, así como de las materias sobre las que se pretende negociar.

Una vez recibido, el receptor debe responder a la propuesta. Tiene dos opciones: admitirla o rechazarla. En este último caso, la negociación se volverá cada vez más dura.

Comisión negociadora

Puede ocurrir que la petición sea rechazada y, a priori, no existan causas que justifiquen dicha negación. Es decir, si no existe falta de forma escrita, de legitimación para negociar o de acuerdos que no permitan hacerlo sobre determinadas materias. En este caso, se procederá a constituir una comisión negociadora.

Esta estará compuesta por las representaciones de la empresa y de los trabajadores. Aquí comienza la deliberación y negociación de los posibles acuerdos.

Acuerdos y deliberaciones

Para que un convenio tenga éxito y sea aceptado por ambas partes, debe guiarse, sobre todo, por el principio de buena fe.

Esto quiere decir que siempre que las partes se sienten a negociar deben hacerlo partiendo de la premisa de que lo harán con la mejor voluntad posible. De otra forma es prácticamente imposible alcanzar ningún acuerdo.

Este es el punto más importante a la hora de conseguir que el convenio funcione. La empresa debe escuchar el punto de vista de los trabajadores y esforzarse cuanto le sea posible para alcanzar un buen acuerdo con los mismos. De la misma manera, los empleados deben también entender la situación de la empresa, sus limitaciones y juntos decidir si es posible a acceder a las peticiones.

Una vez que se hayan alcanzado los acuerdos pertinentes, estos deben firmarse por escrito para que cuenten con validez legal. De otra manera, podrían declararse nulos.

Registro, depósito, publicación

Una vez firmados los acuerdos, debe registrarse 15 días después de la firma en la Administración. Esta se encargará de realizar los trámites necesarios para su posterior depósito.

Como último paso, el convenio se debe publicar en el BOE. Entra en vigor 20 días después de su conveniente registro.

Como ves, en sencillos pasos puedes crear un convenio para tu empresa que satisfaga a todas las partes. La clave está en sentarse a escuchar, saber negociar y ser flexible en las peticiones que tengas los trabajadores. Muchos de los convenios fallan en esta última parte. Y es que siempre es bueno escuchar a nuestros empleados para conocer a fondo sus expectativas y deseos. Personas que trabajan a gusto, se traducen en mejores números para cualquier compañía.


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