El Gobierno de Estados Unidos ha lanzado nuevas acusaciones contra Huawei en las que denuncia al fabricante tecnológico chino de conspirar para el robo de secretos comerciales y hacerse forma indebida con propiedad intelectual de otras empresas, incluidas compañías estadounidenses, unos cargos que la firma asiática considera «infundados e injustos» y que se enmarcan en la campaña de EEUU para dañar su negocio y reputación.
Según recoge el Departamento de Justicia de Estados Unidos, las autoridades del país han presentado en la Corte Federal de Brooklyn una acusación contra la compañía china y varias subsidiarias por conspiración para violar la Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas (RICO, por sus siglas en inglés), así como un cargo de conspiración para robar secretos comerciales.
El Departamento señala que, según lo revelado por una investigación independiente realizada por el Gobierno, estos nuevos cargos están relacionados con los «supuestos esfuerzos durante décadas» de Huawei y varias de sus subsidiarias en China y Estados Unidos para hacerse de forma «indebida» con propiedad intelectual de varias empresas, incluidas seis compañías tecnológicas de EEUU, en un esfuerzo por hacer crecer y operar el negocio de la empresa.
En este sentido, detalla que la propiedad intelectual malversada incluía información de secretos comerciales y obras protegidas por derechos de autor, como el código fuente y manuales de usuario para routers de Internet, tecnología de antenas y tecnología de prueba de robots. Así, afirma que Huawei, Huawei USA y Futurewei acordaron reinvertir los beneficios de esta supuesta actividad de crimen organizado en los negocios mundiales de Huawei, incluido el de Estados Unidos.
Los medios y métodos de esta supuesta apropiación indebida incluyeron alcanzar acuerdos de confidencialidad con los propietarios de la propiedad intelectual y luego violar los términos de los mismos al apropiarse indebidamente de la misma para uso comercial propio, reclutar empleados de otras compañías y usarlos para apropiarse indebidamente de la propiedad intelectual de sus antiguos empleadores, y utilizar otras fuentes, como profesores de instituciones de investigación, para obtener la tecnología.
Como parte del esquema, Huawei supuestamente puso en marcha un instituto de políticas con un programa de bonificación para recompensar a los empleados que obtuvieron información confidencial de sus competidores. «Esta política dejaba claro que los empleados que proporcionaron información valiosa serían recompensados financieramente», remarca el Departamento de Justicia.
En este contexto, el Gobierno estadounidense asegura que estos esfuerzos de Huawei para robar secretos comerciales y otra tecnología sofisticada de EEUU tuvieron éxito y, en consecuencia, Huawei pudo reducir drásticamente sus costes de investigación y desarrollo y los retrasos asociados, dando a la compañía una «ventaja competitiva significativa e injusta.
Por otro lado, también ha incluido nuevas acusaciones sobre la participación de Huawei y sus subsidiarias en proyectos comerciales y tecnológicos en países sujetos a sanciones por parte de EEUU, la Unión Europea (UE) o la ONU, como Irán y Corea del Norte, así como los esfuerzos de la compañía por ocultar el alcance total de esa participación. Esta actividad, que incluía organizar el envío de bienes y servicios de Huawei a usuarios finales en países sancionados, generalmente se realizaban a través de filiales locales en dichos países.
RESPUESTA DE HUAWEI
Por su parte, Huawei ha asegurado que esta nueva acusación es parte del intento del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de «dañar irrevocablemente la reputación» de la compañía china y su negocio «por motivos de competencia, más que de cumplimiento de la ley».
«Estos nuevos cargos carecen de fundamento y se basan, principalmente, en disputas civiles recicladas de los últimos 20 años que han sido resueltas, litigadas y, en algunos casos, rechazadas por jueces y jurados federales. El Gobierno no prevalecerá sobre sus cargos, los cuales demostraremos son infundados e injustos», ha afirmado
AMPLIACIÓN DE LA MORATORIA
La Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos (EEUU) ha decidido extender por un periodo adicional de 45 días la licencia temporal sobre el veto que impide a Huawei y sus filiales hacer negocios con empresas estadounidenses por motivos de seguridad, según ha indicado el organismo en un comunicado.
Se trata de la tercera extensión que es concedida a Huawei. En mayo, el Gobierno emitió una primera licencia temporal de 90 días, que fue ampliada por un periodo similar primerop en el mes de agosto y después en el de noviembre.
El Departamento remarca que la licencia general temporal se implementó como una medida para evitar la interrupción de los actuales sistemas de redes de comunicaciones en las zonas rurales Estados Unidos y permiten medidas globales de seguridad de red. Su finalidad es dar tiempo a las empresas y las personas para cambiar a proveedores alternativos de equipamiento, software y tecnología.
Huawei Technologies y 68 de sus filiales en más de una veintena de países fueron incluidas por la Administración de EEUU en una lista de entidades a las que las compañías estadounidenses no pueden adquirir componentes tecnológicos sin permiso del Gobierno de EEUU.
A este respecto, la compañía china ha señalado que esta extensión «no tendrá, en ningún caso, un impacto sustancial» en sus negocios, así como que tampoco cambia el hecho de que Huawei sigue recibiendo un trato injusto. Además, ha vuelto a afirmar que su inclusión en la ‘Entity List’ ha sido más perjudicial para EEUU que para Huawei.
«Esta decisión ha causado un daño económico significativo a las compañías americanas con las que Huawei hace negocios, y ya ha interrumpido la colaboración y ha socavado la confianza mutua de la que depende la cadena de suministro global. Hacemos un llamamiento al Gobierno de EEUU para que ponga fin a este trato injusto y elimine a Huawei de la ‘Entity List'», ha agregado.