¡Guerra al cigarrillo electrónico! Las consecuencias de fumar en ellos

Desde que el cigarrillo electrónico salió al mercado en China en el año 2003, se ha ido extendiendo por todos los países hasta llegar al nuestro, hace unos ocho años. Cuando comenzó, todo el mundo quería probar el nuevo producto sin nicotina que se parecía al tabaco y que no hacía daño.

Realmente, en tan solo este tiempo que se lleva usando el cigarrillo electrónico, los investigadores sanitarios no han podido decir con seguridad qué daños ocasiona a largo plazo. El tabaco normal lleva años causando enfermedades y cánceres.

No hace mucho que los anuncios de cigarrillos en la televisión decían que fumar era «lo mejor del mundo» o que ibas a la consulta del médico y este te atendía con un cigarro en la mano. Pocos años después, se demostró todo lo que provocaba y ya es impensable tales conductas.

Se cree que los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a dejar de fumar. En parte sí y en parte no. Los médicos recuerdan que hay fármacos como la nicotina, el bupropión o la vareniclina que usan para tal fin y que son más aconsejables.

Cerebro

cigarros

El cigarro normal provoca daños a nivel del sistema nervioso y cambios en el cerebro. Se ha descubierto que la nicotina genera ansiedad, adicción y aumenta los receptores de cotinina.

Por su parte el cigarrillo electrónico sin nicotina no altera el cerebro porque los productos que usa no le afectan. Sin embargo, cuando el líquido que le añades al vaporizador contiene nicotina produce el mismo efecto que el habitual.

Se considera que el cigarrillo electrónico es útil para dejar de fumar porque al inhalar el humo estás poco a poco quitándote la adicción del cigarro sin sufrir el síndrome de abstinencia. Pero es más fácil que recaigas porque el costumbrismo de tener un cigarro en la mano y de echar humo no lo pierdes.