miércoles, 11 diciembre 2024

Peligro para los inversores: solo quedan tres meses para vender viviendas

Los indicadores del mercado esbozan un estabilización de los precios del mercado de viviendas. “Todos los agregados geográficos extraídos del índice general se encuentran algo por debajo de los valores de enero de 2019, lo que confirma la tendencia de estabilización de precios del mercado residencial español”, afirma Rafael Gil, director del Servicio de Estudios de Tinsa.

Esta tendencia de precios ha puesto en alerta a los inversores -grandes y pequeños-. De hecho, hay algunos expertos que van más allá y hablan de una recesión, más que de una desaceleración. Esta visión más apocalíptica de la situación está respaldada con datos del Ministerio de Economía.

Según datos publicados, las exportaciones cayeron un 1,3% en enero, y de hecho actualmente, los principales compradores de España están comprando en menor medida, como es el caso de Italia, Alemania y Reino Unido, siendo el contagio inevitable. Asimismo, el turismo descendió en 2018 (principal indicador de la economía española) y las previsiones para el presente año no auguran que la tendencia vaya a mejor. Igualmente sucede con el petróleo, que continua subiendo y está ahora en casi 74 dólares el barril.

Eduardo Molet, consultor inmobiliario de entidades financieras españolas y extranjeras, y fundador de Red Expertos Inmobiliarios y del instituto de formación inmobiliaria IFEM, vaticina que a partir del mes de julio la venta de inmuebles empezará a decaer y los precios, en consecuencia, bajarán. Es decir, sólo faltan tres meses para poder obtener beneficio por la transacción de las viviendas. 

En opinión del experto, y en lo que se refiere a la adquisición de vivienda, los bancos anuncian el endurecimiento de sus condiciones, subida de comisiones y aumento de barreras para el acceso a la hipoteca. Esto provocará que disminuya el número de compradores y por tanto que los precios bajen.

Equivalentemente, los grandes promotores están vendiendo antes de finalizar las obras para asegurarse los precios altos del momento. El Brexit está motivando que algunos promotores pongan a la venta proyectos de promoción residencial de obra y un porcentaje importante de preventas. “Están recibiendo menos financiación y prefieren ganar menos “a tiempo” que no vender. Como ya pasó en la anterior crisis en la cual vivimos obras fantasmas en medio de las ciudades”, afirma Molet.

MADRID Y BARCELONA ESCENIFICAN EL FRENAZO 

Asimismo, en Madrid  los precios ya han alcanzado sus máximos tras una larga y lenta subida de los últimos tres años.  Por ello, el mejor momento para vender es entre abril y julio. A partir de julio la venta de los inmuebles empezará a decaer y los precios, por ende, tenderán a bajar.

Aún así, las capitales y grandes ciudades también muestran una evolución superior a la media nacional (+3,4%) en el último año, pese haber registrado una ligera corrección en el precio medio respecto al mes anterior, según datos del último informe de Tinsa.

La recuperación nacional de precios desde mínimos se mantiene en un 13,6 %. Siguiendo la línea de los meses anteriores, las capitales y grandes ciudades (+22,7%) y Baleares y Canarias (+19,6%) destacan con tasas muy superiores desde los valores mínimos postcrisis. La costa peninsular mediterránea registra un aumento acumulado desde mínimos del 15,7%. Con una revalorización inferior a la media nacional se sitúan las áreas metropolitanas, con una subida del 11,4% de sus mínimos, y los municipios pequeños de interior, donde el valor medio se ha incrementado apenas un 4%.

“Si a la deceleración de la economía española le sumamos el descenso en el volumen de concesión de hipotecas de los bancos, unido al descenso tradicional de las ventas a partir de julio, prevemos una tormenta perfecta que amenaza con golpear fuerte el mercado inmobiliario. Bajarán los precios de todos los inmuebles y tenemos que adelantarnos ante un cambio de tendencia y ajustar los precios a la nueva realidad” añade Molet.


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