sábado, 14 diciembre 2024

El BCE advierte del peligro de que surja una guerra comercial

El Banco Central Europeo advirtió que si se diese un avance del proteccionismo comercial socavaría la economía global, además afirmó que uno de los más afectados por este hecho sería Estados Unidos.

Las advertencias coinciden con datos que muestran una caída inesperada de los pedidos fabriles en Alemania por tercer mes consecutivo. Esto es una señal más de la debilidad que viene atormentando a esa economía de la eurozona desde comienzos de años. Otros informes revelaron que la confianza de los inversores en el bloque monetario bajó por cuarto mes seguido y un indicador de la venta minorista sugirió que esta se contrajo por primera vez hace más de un año.

El BCE identificó los aranceles como una de sus principales inquietudes mientras que las autoridades de la institución se acercan lentamente a poner fin a sus programas de estímulo. Su presidente, Mario Draghi, advirtió que, aunque el impacto de las medidas proteccionistas vigentes es limitado, el simple hecho de visionar una guerra comercial entre EE.UU. y China podría afectar la confianza y reducir el consumo y la inversión. Esto no es solo porque una guerra entre ambos países puede desestabilizar el mercado, sino que también influye el hecho de que sean los dos socios comerciales más grandes del bloque.

Es un escenario en el cual EE.UU. aumenta marcadamente los aranceles sobre los bienes importados de todos los socios comerciales y estos toman represalia de forma simétrica, el resultado para la economía mundial sería claramente negativo” dijo la investigadora del BCE, Lucia Quaglietti, en una entrevista. “El impacto podría ser particularmente grave en EE.UU”, añadió.

Malo para todos

En un discurso pronunciado el 6 de abril, Benôit Coeuré, un miembro de la Comisión Ejecutiva del BCE, describió un escenario hipotético en el cual EE.UU. aumenta un total de 10 puntos porcentuales los aranceles sobre todas las importaciones y sus socios comerciales responden con las mismas medidas. Esto empobrecería el crecimiento de EE.UU. en un 2,5% en su primer año.

En la eurozona, un índice de confianza del inversor hecho por Sentix cayó del 19,6% al 19,2%. Este sería su valor más bajo desde febrero de 2017. Un indicador de expectativas que presenta su nivel más débil desde octubre de 2014.

El Índice de Gerentes de Compras de IHS Markit para minoristas bajó a 48,6 puntos, la cifra más baja en 17 meses. El obtener un valor inferior a 50 indica que disminuyeron las ventas.

Sin pánico

Las cifras decepcionantes de este año llevaron a las autoridades del BCE a abstenerse de discutir el fin de sus medidas de estímulo cuando se reunieron el mes pasado. Sin embargo, no dieron señales de pánico y mantienen su visión de que no hay amenazas serias al crecimiento. “Robusto” y “resistente”, así fueron los adjetivos usados por el vicepresidente del BCE, Vítor Constâncio.

El Bundesbank también viene desestimando la preocupación por la perspectiva para Alemania, lo que justifica en factores excepcionales como huelgas o epidemias de gripe. Los pedidos fabriles retorcedieron un 0,9% en marzo, frente a una mediana de estimativas de 0,5% de alza. El problema es que llevan tres meses en la baja, y esto llevaba sin ocurrir desde 2015. Es más, los pedidos de exportación cayeron 2,6%.

“La economía alemana perdió impulso desde el comienzo del año”, dijo Ralph Solveen, economista de Commerzbank en Fráncfort. Debería “seguir creciendo más lentamente el resto del año que el año pasado, si bien el alza todavía no terminó”, añadió.

Alessandro Speciale, Fergal O’Brien y Piotr Skolimowski para Bloomberg


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