España, Francia, Italia y Alemania acordaron un plan para detener la migración a través del Mediterráneo en un encuentro mantenido este lunes en París con representantes de Libia, Chad y Níger. En la reunión, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que los solicitantes de asilo fueron procesados en suelo africano.
Es necesario crear zonas seguras para identificar a las personas que piden asilo, dijo Macron a los periodistas al salir del Palacio del Elíseo. Agregó que las áreas deben estar bajo la supervisión del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Mientras que la canciller alemana Angela Merkel opinó que aunque «hay mucho trabajo por hacer», establecieron «un marco desde el cual pueden avanzar».
En cuanto a su lucha contra las redes de contrabando de personas, los líderes europeos dijeron en una declaración conjunta que trabajarán con los países de origen y de tránsito, para intentar frenar esta práctica. Francia, Alemania, Italia y España reiteraron su compromiso de “frenar los flujos de migración irregular en las costas del Mediterráneo”.
«Hay que crear zonas seguras para las personas que piden asilo»
En respuesta a los informes sobre las pobres condiciones humanitarias en las que se encuentran los campos de refugiados en Libia, los mandatarios prometieron establecer “instalaciones que cumplan con los estándares adecuados”.
Francia, Alemania y España también se comprometieron a prestarle más ayuda a Italia, que en el pasado se ha quejado por quedarse sola en lucha contra los flujos migratorios. La nación alega haber sido la única en encargarse de reubicar a los refugiados y de dotar de personal a las fronteras de la Unión Europea.
Macron fue el anfitrión de un encuentro que contó con la participación de la canciller alemana Angela Merkel, del presidente italiano Paolo Gentiloni y del español Mariano Rajoy. El primer ministro libio Fayez al-Serraj, el mandatario chadiano Idriss Deby y su homólogo nigerino Mahamadou Issoufou también estuvieron presentes.