El Departamento de Trabajo de los EEUU acaba de perder una batalla con Google sobre su supuesta brecha salarial entre hombres y mujeres

El Departamento de Trabajo de los EEUU no tendrá acceso a los detalles completos que ha solicitado sobre 21.000 empleados de Google como parte de una investigación de igualdad salarial, dijo un juez de derecho administrativo, afirmando que la demanda de la agencia es demasiado amplia y podría violar la privacidad de los trabajadores.

El fallo provisional bloquea los esfuerzos de los funcionarios para probar lo que han llamado una brecha salarial «sistémica» en el gigante de las búsquedas online entre hombres y mujeres, supuestamente descubierto durante una auditoria de contratación de rutina. La decisión, que aún debe ser finalizada, podría marcar una victoria para Google, que niega haber pagado a las mujeres menos que sus homólogos masculinos.

La decisión del pasado viernes de Steven Berlin, el juez que supervisa el caso, dijo que el Departamento de Trabajo no explicó de manera convincente por qué necesitaba datos tan extensos sobre los trabajadores de Google, incluyendo sus nombres, direcciones, números de teléfono y direcciones de correo electrónico personales. El Departamento de Trabajo ya había solicitado que Google proporcionara información sobre las fechas de nacimiento, educación, desempeño e historial de salarios de los trabajadores, entre otros detalles.

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Permitir que el Departamento de Trabajo obtenga todos los datos que busca podría exponer a empleados inocentes de Google a robos de identidad, fraudes u otros contratiempos a la luz las de recientes infracciones de datos gubernamentales, dijo Berlin.

«Cualquiera que esté vivo hoy probablemente tenga conocimiento de las brechas de datos que rodean las elecciones presidenciales más recientes de este país«, escribió. «El Departamento de Trabajo […] fue atacado recientemente con un ransomware. Lo mismo ha ocurrido en otras agencias gubernamentales y empresas privadas. El ransomware que se utiliza internacionalmente se dice que se deriva de herramientas hackeadas de nuestras agencias de seguridad nacional. Esta misma Oficina (OALJ) ha sido hackeada.»

Berlín añadió que el Departamento de Trabajo debe moverse más despacio y deliberadamente, en lugar de exigir datos a granel, mientras que «no ofrece nada creíble ni fiable para demostrar que su teoría […] es algo más que una especulación«.

El Departamento de Trabajo no respondió inmediatamente a una solicitud sobre esos comentarios.

La decisión que se encuentra explicada en 43 páginas podría terminar a final del mes si no se presenta una apelación durante la próxima semana.

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Los críticos de Silicon Valley han llamado la atención sobre su falta de diversidad y su tendencia a marginar a las minorías y a las mujeres, destacando a veces los casos de avances sexuales no deseados de los compañeros de trabajo masculinos o las negativas de la dirección a abordar los problemas tóxicos de la cultura laboral.

Susan Fowler, ex ingeniera de Uber, ayudó a renovar el escrutinio que enfrentan las empresas de tecnología después de escribir un post en el blog alegando que Uber ignoró las quejas sobre su jefe. Uber ha sufrido una rápida transformación con la salida de varios ejecutivos clave, incluido su presidente ejecutivo, Travis Kalanick, pero muchos sostienen que los problemas de la compañía se reflejan en el resto de la industria tecnológica.

Bajo la presión de entregar datos que podrían demostrar la existencia de una brecha salarial de género, Google ha rechazado algunas de las demandas del Departamento de Trabajo, en aquel momento argumentando que sería demasiado costoso producir la información. La compañía de Internet ha cumplido con otras solicitudes anteriores de la agencia.

El domingo, Google dijo en un blog que el gobierno fue demasiado lejos cuando pidió datos sobre los salarios que se remontan a más de una década.

«Suponiendo que la decisión recomendada sea definitiva, cumpliremos con el resto de la orden y proporcionaremos el conjunto de datos mucho más limitado que el juez aprobó, incluyendo la información de contacto para una muestra más pequeña de hasta 8.000 empleados«, escribió Eileen Naughton, vicepresidente de recursos humanos de Google.