Evatar: el modelo de laboratorio que imita el sistema reproductivo femenino

Cada compartimiento del dispositivo EVATAR contiene un modelo 3D de parte del tracto reproductivo femenino, incluyendo los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello uterino, la vagina y el hígado.

En un laboratorio de Chicago, un dispositivo del tamaño de la palma de la mano ha tenido su primera regla.

El dispositivo se parece mucho a una caja japonesa de bento, pero en lugar de divisores para sushi, cada compartimiento contiene tejidos vivos. Uno tiene parte de un ovario de un ratón, otro tiene piezas hechas de un útero humano, cérvix, vagina, trompas de Falopio, y el hígado. El equipo denominó el dispositivo EVATAR, un juego sobre la idea de un avatar, o representación virtual de una persona, combinado con el nombre de la primera mujer de la Biblia.

Ahora, los científicos informan que el dispositivo ha replicado un ciclo menstrual completo por primera vez. Los tejidos produjeron hormonas que recorrieron el sistema reproductor en miniatura, aumentando y disminuyendo sus niveles durante 28 días.

El EVATAR, descrito la semana pasada en Nature Communications, está diseñado para ayudar a los científicos a comprender mejor cómo las medicinas y las toxinas afectan a las mujeres de manera diferente que a los hombres.

EVATAR

«Es una tecnología verdaderamente revolucionaria», dice Teresa Woodruff, coautora del estudio, profesora de obstetricia y ginecología en la Northwestern University.

Hasta los últimos años, muchos medicamentos no se habían probado en mujeres, y, a veces, esto derivaba en consecuencias trágicas. Un sedante descubierto a finales de la década de 1950, por ejemplo, fue promocionado como completamente seguro basado en ensayos clínicos. Se hizo popular para aliviar las náuseas matutinas en mujeres embarazadas, y en 1960, sus ventas en algunos países rivalizaban con las aspirinas.

Muchas de las mujeres comenzaron a tener hijos sin algunos miembros o con miembros deformados, para sorpresa de los médicos. El sedante, llamado talidomida, ralentizó el crecimiento de los vasos sanguíneos en las extremidades del feto durante una etapa temprana del embarazo cuando las mujeres tomaban la talidomida para controlar sus náuseas matutinas.

Los médicos habían asumido que la medicina funcionaría de la misma manera en las mujeres que en los hombres y que no podría cruzar la barrera placentaria para llegar al feto.

Irónicamente, el medicamento causó tal estupor que llevó a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) a excluir a las mujeres en edad fértil de los ensayos clínicos por miedo a otra tragedia.

Esto conllevó a décadas en dónde los ensayos con mujeres fueron mínimos. «El daño fue trágico para las mujeres«, dice Woodruff.

EVATAR

A las mujeres se la aceptó otra vez en los ensayos de medicamentos en 1993. Pero las mujeres y las minorías continúan siendo pocas en estas pruebas clínicas vitales, dando como resultado muchos problemas. Un estudio realizado en 2001 observó que ocho de los diez últimos fármacos eliminados del mercado por la FDA eran muy perjudiciales para las mujeres.

Tomemos, por ejemplo, los extraños casos de mujeres que duermen caminando, e incluso duermen mientras conducen al tomar la ayuda para dormir Ambien.

En un accidente en 2009, una auxiliar de vuelo en Texas, se despertó en la cárcel, al haber atropellado a tres personas con su coche mientras dormía debido a los efectos del medicamento. Resultó que Ambien permanece en los cuerpos de las mujeres más tiempo que en el de los hombres debido a las diferencias en la función hepática, y los efectos persistentes dejaron a las mujeres en un estado “zombie” durante largo tiempo.

La solución era muy simple ya que consistía en prescribir a las mujeres una dosis más baja, pero los médicos no sabían eso porque el fabricante del fármaco había estudiado la eficacia del Ambien solamente en hombres.

Sistemas de sincronización

El nuevo dispositivo de Teresa Woodruff tiene como objetivo facilitar la prueba de fármacos en un sistema que imita al cuerpo femenino, un paso hacia una práctica que revolucionará en la medicina, afirma Marianne Legato, directora de la Fundación para la Medicina de Género en la ciudad de Nueva York.

«Creo que estamos en una nueva era de investigación», dice.

Además de las diferencias entre hombres y mujeres, las fluctuaciones en el estrógeno y la progesterona a lo largo de los ciclos menstruales de las mujeres también afectan su fisiología, dice Legato.

«Incluso la composición de la saliva es diferente en el pico del ciclo», dice, con mayores niveles de enzimas para digerir los alimentos. «Por lo tanto, estas fluctuaciones hormonales son un factor importante no solo en la función normal, sino que pueden ser realmente aisladas como objetivos específicos para e desarrollo de nuevos fármacos«.

EVATAR

Otros laboratorios han creado «órganos en un chip«, pero el dispositivo de Woodruff va al siguiente nivel, dice Christos Coutifaris, un endocrinólogo reproductivo de la Universidad de Pensilvania que recientemente desarrolló un modelo de trabajo de una placenta humana.

«La doctora Woodruff ha llevado la investigación muchos pasos adelante, no poniendo en juego solamente un solo órgano, sino todo un sistema entero junto,» afirma Coutifaris.

Woodruff reunió a expertos en cada parte del sistema reproductivo para crear EVATAR. Un equipo trabajó en el ovario, por ejemplo, y otro solo en el cuello uterino.

Eventualmente, varios sistemas sintéticos podrían ser combinados para crear esencialmente un «ser humano en una placa de laboratorio», algunos investigadores esperan poder reducir la necesidad de experimentar directamente en personas o en animales.

Y los científicos esperan que tales dispositivos puedan algún día usar los propios tejidos del paciente para adaptar los tratamientos a un solo individuo. Woodruff imagina un futuro en el que la atención médica de una persona pueda adaptarse utilizando una serie de dispositivos similares a EVATAR, personalizados a medida que su propio metabolismo va cambiando a través de los años.