El día que el portador del botón rojo nuclear de Estados Unidos posó ante la cámara

A la hora de imaginar en el poderío nuclear de las grandes potencias, se tiende a pensar en un botón rojo que haría explosionar un ataque de dimensiones inimaginables hasta la fecha. Y lo cierto es que existe un punto en el que se aglutina toda esta batería de armas de destrucción, pero no de esta manera: no es un botón, más bien un maletín, una bolsa que siempre acompaña al presidente de los Estados Unidos, allá donde va desde 1962 y que contiene las instrucciones pertinentes para poner en marcha todo este sistema.

Tal es la importancia del mismo, que muchos expertos consideran que el verdadero traspaso de poder se realiza cuando el maletín pasa de su anterior propietario al nuevo el día de la investidura del presidente. ¿Qué contiene el mismo? Las claves y comandos necesarios para que el mandatario de uno de los países más poderosos de todo el mundo pueda activar su poderío militar en cuestión nuclear, y en menos de 15 minutos.

Como es lógico, todos estos comandos se encuentran en manos del presidente actual, Donald Trump, quien se ha visto salpicado por una o varias polémicas al día desde que presentara oficialmente su campaña y como no podía ser de otro modo, también ha vivido un episodio incomodo respecto a esta cuestión. Aunque, también es cierto que en este caso, el neoyorquino no ha sido el culpable de propiciar esta situación, sino el hombre encargado en el transporte del mismo, un tal Rick.

 


O más bien Richard DeAgazio, un empresario norteamericano que se fotografió con este hombre del presidente y tuvo la feliz idea de compartir la instantánea a Facebook.  No contento con ello, dio todo tipo de información acerca del militar que posaba junta él: en definitiva, dio a conocer al mundo el rostro de portador de la maleta más peligrosa del mundo. En este caso, la expresión de cuidado con lo que subes a tus redes sociales toma todo el sentido del mundo y se lanza a su máxima expresión.

Este sorprendente episodio sucedió en el resort de lujo de Mar-a-Lago, donde Trump recibió al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en visita oficial al país norteamericano. Los socios de este exclusivo club de Florida gozaron de un trato de favor y acceso a las cenas oficiales y eventos programados durante la visita.  

Así, y en cualquier caso, se reveló la identidad de uno de los hombres que forman parte del primer anillo de seguridad del actual mandatario de Estados Unidos. El que, tal vez, mantenga en sus manos el arsenal de armas más poderoso de todo el mundo, como bien se ha explicado con anterioridad.

Las claves del Nuclear Football

Cabe recordar, antes de nada, que en Estados Unidos el presidente puede lanzar un ataque nuclear sin consultarlo antes al Congreso. Es decir, todo el peso de este poder -que también responsabilidad- recae sobre sus espaldas. Es por ello, que siempre acompaña al jefe de estado de la nación de las barras y las estrellas.

Un artículo publicado en 2008 por The Washington Posts recoge unas declaraciones del que fuera Vicepresidente de Estados Unidos con la administración Bush, Dik Cheney, sobre esta cuestión: » No tiene que consultar con nadie. No tiene que llamar al Congreso, ni verificar nada con los tribunales. Esta autoridad nace de la naturaleza del mundo en el que vivimos, aunque es un hecho desafortunado«.

Otro artículo publicado recientemente por una de las cadenas informativas más importantes en el mundo, la CNN, informaba sobre el contenido especifico de esta maleta. Todo, según se desprende del libro, Breaking Cover, escrito por Bill Gulley.  

Las armas nucleares más potentes de la historia

Según el mismos, este contendría una serie de códigos para activar las cabezas nucleares, pero no solo eso, sino que también portaría en su interior una guía de búnkeres para que los miembros de la administración puedan refugiarse. Pero también, las instrucciones para hacer uso del sistema de radiodifusión de emergencia, llamado Emergency Broadcasts System.

Cabe recordar, para finalizar, que existen dos copias gemelas, una que se mantiene en la Casa Blanca y su versión viajera. La segunda, permitiría a los mandatarios estadounidenses responder en cuestión de minutos a un ataque nuclear con toda su fuerza. De John F. Kennedy a Donald J. Trump, desde 1962 hasta nuestros días siempre al lado del mandatario de turno, que hasta ahora nunca han hecho uso del mismo. Por el bien de la humanidad, se espera que la tendencia continúe y se mantenga constantemente.