Compro, no compro, compro, no compro… Como si se tratara de un gran amor, los operadores y las plataformas todavía deshojan la margarita del fútbol. Demasiados meses de indecisiones que han acabado con Telefónica como la gran triunfadora y con Vodafone y Mediapro como las grandes derrotadas. Y mientras tanto, los aficionados todavía buscan dónde disfrutar del deporte rey.
Cervezas, patata fritas, amigos y amigas… Todo listo y preparado para disfrutar del partido, ¿o no? Porque falta lo más importante, ¿dónde vemos el partido? Esta es la gran cuestión que amarga todavía a miles de aficionados, cuando ya se han disputado dos jornadas de LaLiga y se ha celebrado el sorteo de la Champions League.
Esta circunstancia ha generado conversaciones en los hogares españoles de este tipo: «Oye, pon Vodafone que empieza el partido», -«pero si no han comprado el fútbol este año», -«bueno, pues enciende BeinSport», -«tampoco, el partido es de Champions y no tienen el canal activo todavía», -«vale, pues trae el portátil que abro mi cuenta de OpenSport», –«se les ha caído el servidor, imposible… igual Ildelfonso lo arregla», «sólo nos queda nuestro viejo amigo yomvi», -«error, como estamos fuera de casa el fútbol no lo podemos ver a través de la app de la smart tv», -«mira, llama a Orange y compramos todo el fútbol y con un poco de suerte nos lo trae a casa Jesús Vázquez».
De todos modos, la realidad es que toda esta historia de los derechos del fútbol comenzó mucho antes de que asomaran los primeros rayos de sol. De hecho, el frío y las lluvias dominaban la situación cuando se inició esta guerra televisiva. Allá por el mes de febrero, en el Mobile World Congress de Barcelona, además de la polémica por la presencia del Rey se produjo una noticia que sorprendió a propios y a extraños: Vodafone anunciaba que no compraría los derechos del fútbol español. Desde entonces, todo han sido especulaciones, comunicados de prensa y tensar la cuerda lo máximo posible para perder el menor número de clientes.
La luz se abrió camino en toda esta encrucijada en el mes de junio. Con los españoles recién llegados al chiruinguito, Telefónica ponía un poco de orden en todo esto y anunciaba la compra de los derechos de todo el fútbol español -incluida la Champions- por 2.940 millones de euros. Todo un alivio para los aficionados al balompié que veían más complicado ver el el fútbol esta temporada que coger primera línea de playa en Benidorm.
Con este acuerdo los abonados de Movistar TV podrían ver todos los partidos de LaLiga en su plataforma de televisión sin necesidad de que Telefónica alcance acuerdos con BeinSport ni proveedores terceros de contenidos. Todo parecía claro, pero esta noticia no hizo sino abrir la caja de pandora entre los distintos operadores y plataformas. La CNMC -encargada de regular estos derechos- obliga a Telefónica a negociar con las otras compañías gracias al derecho de compra mayorista. En este horizonte, Organge y Vodafone se frotaban las manos y con ellos sus clientes. Pero no, porque Vodafone renunció al derecho de tanteo y sólo Orange se atrevió a comprar estos derechos.
Tras estos acuerdos, el panorama de nuevo volvía a aclararse, aunque por poco tiempo. Telefónica emitía el fútbol, Orange también y Vodafone esperaba agazapada a la espera de que BeinSport se hiciera con los derechos. Los aficionabas comenzaban a realizar sus cábalas y sopesaban emigrar a los dos operadores que sí ofrecían el fútbol. Pero en plena guerra de precios apareció la otra bomba que ha terminado por descolocar a todos los usuarios: la venta de la retransmisión de los partidos vía ‘streaming’ de Telefónica a Opensport.
Con este contrato alcanzando en la segunda quincena del mes de agosto, a los usuarios se les habría otra posibilidad: contratar esta plataforma y ver los partidos por internet, sin necesidad de contratar ninguno de los paquetes básicos de televisión de Orange y Telefónica. Demasiado bonito para ser verdad, ¿no? Exacto. MERCA2 destapó en exclusiva la relación indirecta de esta empresa con el ‘caso Lezo’ y las malas prácticas laborales con pagos en negro a sus empleados. Además, días después de esta noticia OpenSport canceló la emisión del ‘partidazo’, que enfrentaba al Girona y el Real Madrid, sin previo aviso y sin ninguna justificación. Para los usuarios más veteranos de la plataforma esta cancelación no les resultó sorprendente, porque lo cierto es que el servicio prestado por la plataforma no ha sido el mejor desde su nacimiento. De hecho, Dorna canceló el acuerdo con la empresa de Ildelfonso para retransmitir las competiciones de Moto GP y Superbikes por problemas en los pagos. Además, multitud de clientes han denunciado cortes y malos visionados durante las retransmisiones.
Al final, el más beneficiado por este acuerdo entre OpenSport y Telefónica es Vodafone. La oportunidad de contratar el fútbol en una plataforma independiente por un precio asequible fue vista por la compañía como una manera de frenar la fuga de los clientes que sopesaran la posibilidad de mudarse a Orange o Telefónica. De hecho, Vodafone ha escrito esta semana a sus abonados para recomendar la contratación de OpenSport, ¿casualidad?
Después de esta radiografía, los aficionados al fútbol -entre los que me incluyo- nos encontramos en una laberinto de operadores, plataformas, soportes y precios, cuando venimos de disfrutar de todo un Mundial en abierto. Nos han mal acostumbrado en verano y ahora hay que pasar por caja para celebrar los goles de nuestro equipo.
Con este panorama el usuario tiene varias opciones. La primera es la más fácil, Telefónica y su paquete televisivo con todo el fútbol. Algunos acusan a la empresa de monopolio, pero lo cierto es que son los que han desembolsado cerca de 3.000 millones de euros para comprar los derechos. ¿Lo malo? Su negativa a convertirse en Netflix al ‘capar’ los canales de fútbol cuando el usuario enciende el antiguo yomvi en otra televisión que no sea la suya.
La segunda opción en cuanto a facilidad es Orange. Además de contar con Jesús Vázquez como reclamo, la empresa también se ha rascado el bolsillo para adquirir los derechos de este deporte a Telefónica. En este caso, el usuario deberá de estudiar la oferta de estos operadores para decidir cuál se adecua más a sus necesidades.
SIN SOLUCIÓN A MENOS DE UN MES DEL COMIENZO DE LA CHAMPIONS
La tercera opción y la más arriesgada es la de ‘pasar’ de estos dos gigantes y confiar en OpenSport, una empresa que hace unos meses estaba cerca del concurso de acreedores y que ahora cuenta con unos de los contratos más jugosos del panorama nacional. Por último, existe una cuarta vía, aun más arriesgada, BeinSport. La plataforma de Mediapro todavía tiene de los derechos para emitir los partidos de LaLiga -el ‘partidazo’ tiene un suplemento- y anunció para sus clientes la creación de un nuevo canal para ver la Champions. Pero lo cierto es que de momento, el canal no se ha creado y el sorteo de esta competición celebrado este jueves no lo ha podido emitir.
El problema para los ‘futboleros’ es que existen todas estas dudas cuando ya se han celebrado dos jornadas de LaLiga y sólo falta 18 días para que comience la Champions. Los tiempos en los que encender la televisión y sintonizar la televisión pública para ver todos -sí, todos- los partidos de la mejor competición del Viejo Continente ya son historia. Los aficionados hemos pasado por el aro y queremos pasar por caja, pero, por favor, que alguien nos diga por qué caja pasar.
