La salsa de tomate es una de las más populares, deliciosas y consumidas en todo el mundo. No solo es su sabor, también es su versatilidad la que han llevado a esta receta a lo más alto. Se puede preparar para pasta, carne, pescado, pizzas, como base para otras salsas, guisos, y un largo etc. Por eso Arguiñano tiene la receta para que sepas bordar esta salsa.
El cocinero vasco ha empleado ingredientes sencillos, baratos, nutritivos, y perfectos para complacer a los paladares más exigentes. Disfruta de una gran salsa de tomate y aprende todos los trucos para que salga perfecta…
La salsa de tomate de Arguiñano y otros trucos para que quede de diez
Salsa de tomate: muchos usos y muy saludable
La salsa de tomate es toda una delicia, a pocos no les gusta esta rica receta casera. Con ella podrás preparar multitud de platos: pizzas, pasta, salsas marinera, salsa de curry, rellenos, bocadillos, guisos, ragú, albóndigas, huevos rellenos, estofados, arroces, y multitud de recetas que la necesitan.
Disfruta de su textura y sabor sabiendo que además puede ayudarte a proteger tu salud, reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, controlar la hipertensión, disolver cálculos biliares, mejorar la digestión (aunque puede producir gases al ser frita), mejorar la salud de la piel, aportarte antioxidantes, prevenir problemas del intestino, infecciones urinarias y problemas cardíacos…
Ingredientes de la salsa de Arguiñano
Para preparar la salsa de tomate de Arguiñano tan solo tendrás que reunir unos 6 ingredientes muy asequibles y sencillos. Estos serán suficientes para hacer una deliciosa salsa para aderezar tus platos para varias personas. Estos ingredientes necesarios son:
- 1 kg de tomate entero natural en lata. También puedes usar tomates frescos, pelados y troceados.
- 1 cebolla grande.
- 2 dientes de ajo.
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra para la fritura.
- Sal (1/4 cucharadita)
- Azúcar (1/4 cucharadita)
Preparación de la salsa de tomate
Para preparar esta salsa de tomate casera de Arguiñano, los pasos a seguir son muy sencillos. Tan solo tienes que comenzar pelando la cebolla y lavándola. Luego procede a cortarla en rodajas o juliana. No te preocupes por su tamaño, luego irá triturada. Luego haz lo mismo con el ajo, que también deberás pelar, lavar y picar.
Pon los anteriores ingredientes en una cazuela con aceite de oliva y rehoga estos ingredientes con fuego lento durante unos 5 minutos. Ahora será el momento de agregar los trozos de tomate pelado. Añade también la sal y el azúcar. Ahora deberás cocinar durante unos 20 minutos a fuego suave. Finalmente Arguiñano lo pasa por el pasapurés, aunque puedes usar la batidora si te es más fácil y rápido.
Consejos de Arguiñano para la salsa de tomate

Arguiñano también da algunos trucos para que la salsa de tomate mejore. Una de ellas es usar tomate natural, mejor si están maduros y de temporada. Si lo vas a hacer, debes lavarlos muy bien, quitarles el tallo, y retirar la piel (si no la retiras luego pueden quedar trozos molestos).
Otro de los consejos que aporta el chef vasco es usar también pimiento verde y/o rojo si te gusta. Algunas personas la prefieren sin él, pero otras lo agregan en dados junto con la cebolla y ajo.
Otros trucos para una salsa perfecta
A parte de los trucos que aporta Arguiñano, también hay otros interesantes que deberías conocer para hacer una salsa de tomate irresistible y lo más saludable posible. Por ejemplo, para evitar el azúcar, puedes reducir la acidez del tomate sustituyendo el azúcar con una zanahoria picad en rodajas junto con el sofrito inicial. No aportará sabor y le quitará la acidez.
También debes saber que se debe hacer a fuego lento, muy lento. Mientras más tiempo se cocine mejor, quedando una salsa más espesa y consistente, y con menos cantidad de agua. No necesitarás agregar harina ni otros espesantes. Lo que sí puede tolerar es poner un toque de algunas especias como el orégano o la albahaca, que combinan muy bien…
Conservar tu salsa de tomate
Por último, si decides hacer mayor cantidad de salsa de tomate de una vez y tenerla siempre a tu disposición para usar cuando necesites, puedes usar dos métodos de conservación. Uno de ellos es la congelación, aunque no es el más recomendable, ya que se forman cristales de hielo y luego suele quedar la salsa desligada y con agua.
Lo mejor es conservar la salsa al vacío en botes usando el método del baño María. Es muy sencillo y no lleva demasiado tiempo. Así podrás conservar tu salsa incluso hasta un año o más sin que se estropee. Una forma práctica y cómoda, para disponer de la recurrente salsa casera cuando lo necesites, evitando comprar la salsa industrial, que por muy «casera» que digan que es nunca será tan saludable y exquisita como la tuya…