El cáncer es actualmente la enfermedad que más preocupa a los españoles, por delante del Alzhéimer y otras enfermedades graves como el ictus o las patologías cardiacas. No es para menos, ya que cada año que pasa aumenta exponencialmente el número de nuevos pacientes diagnosticados con esta enfermedad. Actualmente, uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres son susceptibles a sufrir algún tipo de cáncer en España. Entre los más comunes se encuentran el de mama, el de colon, el de pulmón, y el de estómago. Son muchos los factores que influyen en el mayor o menor riesgo de sufrir esta enfermedad y la alimentación es precisamente uno de ellos, por eso aquí te vamos a contar cuáles son los alimentos que deberías incluir en tu dieta si quieres minimizar el riesgo de sufrir cáncer de estómago.
Qué es el cáncer de estómago
El cáncer de estómago es un tipo de cáncer que se produce por un crecimiento anormal de las células que se encuentran el estómago, y puede atacar a cualquier parte del mismo. También conocido como cáncer gástrico, suele comenzar en la mayoría de los casos en la parte principal o cuerpo del estómago. Este tipo de cáncer suele ser mucho más común en hombres que en mujeres, aunque puede presentarse en ambos sexos, y suele tener mayor incidencia en personas mayores de 55 años. La mayor parte de los diagnosticados con esta enfermedad tienen entre 60 y 70 años, aunque eso no quiere decir que haya surgido en ese momento, ya que este tipo de cáncer presenta algunos síntomas que podrían confundirse con otras enfermedades. Si quieres saber cuáles son, sigue leyendo.

Detección temprana, la clave
El cáncer de estómago es un tipo de cáncer difícil de detectar tempranamente, ya que muchos de sus síntomas son leves y pueden confundirse con otras enfermedades y afecciones. De hecho, la mayoría de las dolencias que presenta están causadas por otros motivos aunque, en caso de que estos no desaparezcan o aumenten con el tiempo, deberá acudir rápidamente a un especialista. La tasa de supervivencia de este cáncer en una etapa temprana y localizada es de más de un 60%, pero se reduce mucho con el avance de la enfermedad y, por eso, es tan importante conocer sus síntomas.

Síntomas del cáncer de estómago
Entre los principales síntomas del cáncer de estómago se encuentran muchos que bien podrían estar relacionados con otras enfermedades como la ansiedad o problemas gastrointestinales, e incluso alguno podríamos achacarlo a problemas mucho más banales como un empacho o el estrés. Sin embargo, si sufrimos varios de ellos y no se pasan con el tiempo, debemos acudir a un médico. Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Poco apetito
- Pérdida de peso (sin tratar de bajar de peso)
- Dolor abdominal
- Malestar impreciso en el abdomen, generalmente justo encima del ombligo
- Sensación de llenura en el abdomen superior después de comer una comida liviana
- Acidez (agruras) o indigestión
- Náuseas
- Vómito, con o sin sangre
- Hinchazón o acumulación de líquido en el abdomen
- Sangre en las heces fecales
- Recuento bajo de glóbulos rojos (anemia)

Factores genéticos y Helicobacter
Además del sexo y la edad, que influyen mucho en las probabilidades que tiene una persona de sufrir cáncer de estómago, hay otros factores a los que tenemos que prestar especial atención. En primer lugar, una de las causas principales está relacionada con el Helicobacter pylori, una bacteria que causa inflamación y úlceras estomacales y que, además, podría ser hereditaria. En segundo lugar, los antecedentes genéticos y familiares de este tipo de cáncer aumentan mucho el riesgo de una persona de sufrir la enfermedad.

La alimentación, un factor esencial para evitar el cáncer de colon
Aunque nada en esta vida puede garantizar al 100% que no vas a sufrir un tipo de cáncer, tomar precauciones es una de las mejores maneras de prevenir la enfermedad. Al igual que ocurre con otros tipos de cáncer, como el de colon, el de estómago se puede prevenir a través de la alimentación, que juega un papel esencial. Una dieta con un alto contenido en sal puede aumentar el riesgo de padecerlo, al igual que consumir alimentos conservados con métodos de secado, encurtido, salado o ahumado, al igual que la comida procesada. Por eso, en países como Estados Unidos la incidencia de esta enfermedad es mucho mayor, por la cultura de la comida de basura, que es uno de los principales enemigos para nuestra salud.

El ajo, tu mejor aliado contra el cáncer
Según diversos estudios, el ajo puede proteger a tu organismo de padecer algunos tipos de cáncer, como es el caso del de estómago y del de colon. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Carolina del Norte demostró que las personas que comen ajo crudo o cocinado de manera frecuente tienen la mitad de riesgo de padecer cáncer de estómago que aquellas que suelen incluir este alimento en su dieta. Esto se debe a que gracias a sus propiedades antibacterianas son una herramienta muy efectiva para prevenir la Helicobacter Pylori que, como ya hemos señalado antes, es una de las causas principales de esta enfermedad.

Vitamina C
Diversos estudios señalan directamente a la vitamina C en la lucha contra el cáncer de estómago, gracias a sus propiedades antioxidantes. Por eso, incluir estos alimentos en tu dieta es una buena forma de prevenir la enfermedad. Aunque seguramente el alimento que primero se te ha venido a la cabeza al pensar en Vitamina C son las naranjas, lo cierto es que hay otras frutas y verduras mucho más ricas en este compuesto, entre las que destacamos las fresas, la grosella negra, el pimiento rojo, el chile, el perejil, el kiwi o el brócoli.

Los betacarotenos
Por último, otra de las formas más eficaces de luchar contra el cáncer de estómago se encuentra en los betacarotenos, un grupo de pigmentos de color llamados carotenoides que se convierten en Vitamina A cuando entran en nuestro organismo. Al ser un pigmento saber qué alimentos lo contienen es muy sencillo, ya que todos son de un característico color amarillento, naranja o rojo. Además de ser un nutriente esencial y tener un gran poder antioxidante, los betacarotenos tienen propiedades antiinflamatorias y protegen a nuestras células, de forma que inhiben el crecimiento de las células tumorales. Las zanahorias, los pimientos, el boniato, la calabaza y las verduras de hoja verde son algunos de los alimentos más ricos en este compuesto.
