Las gulas son un clásico de las navidades debido a que son fáciles de preparar sin importar la cantidad. Las puedes hacer en un momento y combinan de maravilla con otros ingredientes para conseguir platos únicos. Por eso podemos comprar unas gulas para que podamos servir al ajillo, tanto como entrante o plato principal en los que ellas sean las protagonistas. Así convertirás estas celebraciones en una Navidad especial. Veamos a continuación como elaborar esta receta y cómo conseguir las mejores gulas.
Qué son las gulas y por qué se han popularizado

La gula es un alimento que se ha puesto de moda a raíz de los elevados precios que la angula tenía en los mercados. Su sabor es muy parecido al de la angula, aunque los mayores amantes de este pescado quizás sepan apreciar las diferencias de sabor entre unas y otras. Las gulas son un sucedáneo de ellas elaborado con surimi a base de Abadejo (un pez similar al bacalao) procedente de Alaska, pero también de merluza polaca, itoyori, hoiki, etc.
Cuándo comenzaron a consumirse

A principios de la década de los noventa, la gula comenzó a verse en supermercados y grandes superficies, precisamente en periodo navideño. Eso es porque, en el País Vasco, ha sido siempre tradición comer en esas fechas, entre otros alimentos, angulas. Al encarecer y dificultarse su adquisición en el mercado, el consumidor medio optó por una alternativa mucho más económica, las gulas. Es muy habitual que acompañemos este plato cocinadas al método tradicional (con aceite y ajo).
Qué es la Gula del Norte

A pesar de que su aspecto puede resultar muy similar al de la angula, el origen de la Gula del Norte no tiene nada que ver con el de la cría de la anguila. No obstante, en las últimas décadas han sido muchos los que han encontrado en este gran invento de Álvaro Azpeitia. Es que mientras que el kilo de angulas suele rondar los 1000 euros, en el caso de este sucedáneo a base de surimi de abadejo de Alaska hablaríamos de unos 30 euros, tanto en su versión refrigerada como ultracongelada.
Ingredientes para realizar la receta

Las gulas al ajillo son un plato tradicional de las navidades y un sustituto de las angulas a la bilbaína, un rico plato de precio elevado. Para realizarlas necesitamos los siguientes ingredientes:
- 500 g gulas (sucedáneo de angulas)
- 2 dientes de ajo
- 1 guindilla
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cómo hacer gulas al ajillo

La receta es muy sencilla y requiere seguir dos pasos importantes para que las gulas queden jugosas y calientes, pero sin freírse. Lo primero que recomiendan desde Directo al Paladar es usar siempre frescas y no congeladas, porque el resultado es mucho mejor con las primeras. Si las compramos congeladas, dejar que se descongelen en el paquete dentro de la nevera y usarlas cuando ya estén como las frescas.
Cortar el ajo en láminas

Lo segundo que recomienda el sitio especializado en gastronomía, es comprar las gulas al natural, no las que vienen ya preparadas al ajillo y que solamente necesitas un minuto para tenerlas listas. Al hacerla nosotros podemos regular al gusto en cuanto a potencia del picante, nivel de tostado de los ajos y cantidad de aceite. Para comenzar, entonces, cortamos el ajo en láminas no demasiado finas.
Incorporar la guindilla

En una sartén, ponemos el aceite de oliva virgen extra y ponemos los trozos de ajo, dándoles la vuelta cuando empiecen «a bailar». En ese momento, incorporamos la guindilla cortada en dos o tres trozos y mientras los ajos van cambiando de color, vamos abriendo el paquete de gulas y las separamos un poco con los dedos para notarlas sueltas. Las echamos a la sartén y removemos continuamente para evitar que ninguna se fría en el aceite.
Saltear dos minutos

Lo mejor es hacer el movimiento de salteado, consiguiendo a la vez que las gulas se impregnen así con el aceite de oliva aromatizado con los ajos y la guindilla, calentándose lentamente. Tras saltear dos minutos, probamos y rectificamos de sal -suele hacer falta añadir un pellizco- y las pasamos a la cazuela de barro caliente para llevar a la mesa. Una variación muy recurrida es con gambas. En este caso, añadiremos las gambas frescas o descongeladas cuando los ajos comiencen a dorarse y una vez que estén cocinadas añadiremos las gulas.