La cartera del Eurosistema y del Banco Central Europeo (BCE) se están descarbonizando de manera «sostenida», al migrar sus inversiones hacia activos menos contaminantes. Este proceso se ha acelerado en los últimos años, con los emisores de los instrumentos volviéndose más eficientes en materia de carbono y el BCE redirigiendo sus reinversiones hacia emisores con mejores resultados climáticos.
El BCE ha publicado recientemente un informe detallado sobre la huella de carbono de su cartera y su exposición a riesgos climáticos, así como a criterios de buena gobernanza climática, estrategias de gestión y de contención de riesgos. Este análisis abarca no solo las tenencias del sector empresarial, sino también las del sector público y los bonos garantizados, así como las reservas exteriores del BCE y las inversiones de su fondo de pensiones y fondos propios.
La Reducción de Emisiones en las Carteras del Eurosistema
Aproximadamente una quinta parte de la reducción total de las emisiones en 2022 y 2023 se debió a los esfuerzos del BCE por orientar las reinversiones hacia emisores con mejores resultados climáticos. Además, el Consejo de Gobierno de la institución ha acordado la fijación de objetivos provisionales de reducción de emisiones para las carteras del sector empresarial en el programa de compras de activos (APP) y en el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP).
Estas medidas correctoras serán evaluadas caso por caso, siempre dentro del mandato del Consejo de Gobierno. El análisis de la información sobre los activos mantenidos con fines de política monetaria se ha ampliado «considerablemente» para incluir también las tenencias del Eurosistema de activos del sector público y de bonos garantizados, así como las reservas exteriores del BCE.
La Transición Verde en las Inversiones del BCE
Las inversiones del fondo de pensiones de los empleados y los fondos propios del BCE también se han alineado con los parámetros de referencia de la UE conforme al Acuerdo de París, lo que ha conducido a una caída en las emisiones asociadas de cerca de un 50% en 2023 en comparación con el año anterior. El BCE se ha propuesto reducir «aún más» la huella de carbono de estas inversiones en una media anual de, al menos, un 7% de cara al futuro.
Además, la proporción de bonos verdes en la cartera de fondos propios del BCE aumentó del 13% en 2022 al 20% en 2023, proporcionando más de 4.500 millones de euros en financiación para la transición verde. El BCE tiene previsto aumentar este porcentaje al 25% en 2024, demostrando su compromiso con la descarbonización de sus carteras y el apoyo a la economía sostenible.