La inflación, nuevo enemigo para el precio de la vivienda

Si eres de los que buscan piso o estás intentando venderlo, habrás observado como se ha producido un repunte en el precio de la vivienda. Un hecho que confirman las fuentes oficiales puesto que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el precio de la vivienda libre ha registrado un encarecimiento del 4,7% en 2016, su mayor aumento desde 2007, año en el que las viviendas aumentaron un 9,8% de precio.  Una subida de precio que se produce por tercer año seguido tras seis años de fuerte castigo. Por tipo de vivienda, el precio de la de segunda mano aumentó un 4,4% en 2016 mientras que el de las viviendas nuevas, su precio avanzó una media de hasta el 6,5% en 2016, también su mayor repunte desde 2007.

Una tendencia que parece recoger este trimestre según datos del Ministerio de Fomento que ha señalado que el precio medio del metro cuadrado de la vivienda libre se ha situado en 1.525,8 euros en el primer trimestre de 2017, lo que supone una variación trimestral del 0,9% e interanual del 2,2%. Además, este dato supone el octavo trimestre consecutivo de subida nominal de los precios. Pero desde el propio Ministerio han señalado que en términos reales, es decir, descontando la inflación, el precio de la vivienda libre experimentó una pequeña caída del -0,5%, fruto del repunte sufrido por el IPC en el primer trimestre. Es decir, la propia subida de los precios se ha comido la recuperación de la vivienda y pone fin a nueve trimestres consecutivos de subida de los precios reales de la vivienda.

precio vivienda Merca2.es

Unos datos de los tres primeros meses del año que podrían ser la tónica dominante puesto que la agencia de calificación Moody´s prevé que el precio de la vivienda suba en España desde este año y hasta 2019 un 4,7% anual. Un hecho que jugará a favor en los balances de los bancos. Aun así, en dicho informe se matiza en parte estas buenas perspectivas al recordar que “tan importante es el precio de venta como el número de unidades vendidas”, según ha señalado el analista Antonio Tena, autor de dicho informe.

Unas buenas perspectivas que hacer resonar ciertos miedos del pasado. Aun así, el analista descarta el riesgo de un sobrecalentamiento del mercado hipotecario y una posible burbuja ya que por cada cuatro euros que se asignaban antes de la crisis hoy se asigna únicamente uno para este fin. Un pensamiento similar al del presidente del BCE, Mario Drahi, que ha descartado una nueva burbuja inmobiliaria o de crédito, aunque ha afirmado que hay que estar vigilante. 

El presidente del BCE descarta una burbuja pero señala que hay que estar vigilante

Si echamos un vistazo a la duodécima edición de InmoCoyuntura, el informe de la tasadora Euroval sobre el mercado español de la vivienda, que tiene en cuenta los precios mínimos y máximos de cada ciudad, refleja como en valores absolutos ambos precios se han situado en los 599 y 2.886 euros, respectivamente. Por tanto, hemos asistido a una subida de precios del 1,8% en el precio mínimo y de un 1,1% en el precio máximo. Un año en el que los datos no arrojan ningún patrón en el comportamiento de los precios por metro cuadrado, puesto que “suben y bajan territorialmente respondiendo a características concretas de los mercados locales”, según señala la tasadora inmobiliaria, por lo que estaríamos hablando de una estabilidad en el valor de los activos residenciales. Por ciudades se aprecia como los precios de la vivienda se han incrementado por encima del 5% en dos de las grandes ciudades de España como Madrid y Barcelona.

Además, las operaciones de compraventa de todo tipo de vivienda en España subieron un 14% (disminuyen las de obra nueva y aumentan las de segunda mano) durante el pasado ejercicio, hasta alcanzar los 457.000 inmuebles, mientras que entre 2014 y 2015 el incremento fue de un 9,75%. Aun así, desde la tasadora destacan que “esta recuperación hay que considerarla en el relativamente bajo nivel actual en que se encuentra el mercado”. Una caída de la obra nueva que tendría dos motivos: La lenta reducción del stock de vivienda nueva y la falta de promoción por otra. De hecho, por cada vivienda nueva vendida en España existen ocho transacciones de vivienda de segunda mano, cuando hace diez la proporción era similar entre ambas.