Consolidación, grandes operaciones y más negocio: el 2021 está escrito

Por fin ha llegado 2021. En realidad, pocas cosas van a cambiar con respecto a 2020, un año que estará marcado de por vida por la pandemia provocada por el covid-19. La vacuna dictará sentencia en los primeros compases del año, y según vayan cayendo las hojas del calendario las empresas se enfrentarán a una nueva realidad que, por desgracia en materia laboral, vendrá plagada de ajustes.

Una vez llevados a cabo los pertinentes ahorros de costes, los planes estratégicos deben seguir adelante. Y esos planes tienen forma de consolidación. El más destacado, el financiero. Tras un final de año donde Bankia, CaixaBank, Liberbank y Unicaja se han convertido en solo dos entidades, todas las miradas están puestas en BBVA, Sabadell, Ibercaja, y también Banco Santander, aunque su presidenta se mantenga firme en llanear como un lobo en la estepa.

Será un reguero de rumores. Además, habrá que estar atentos a los mercados donde operan. Lo de BBVA en Estados Unidos puede ser el preludio de lo que sucede en Reino Unido, Turquía, Latam… o cualquiera de las geografía de los bancos que todavía no se han dado un “sí, quiero”.

Junto al ámbito financiero, el sector de las telecomunicaciones será el otro atractivo corporativo a nivel de operaciones. Con la llegada de Digi y la amenaza de Euskaltel de seguir creciendo, el gallinero no admite más espolones. El mercado se contrae, y el crecimiento negativo -si es que esto existe-, se ha convertido en una realidad.

Vodafone y MásMóvil terminarán juntos. Nadie en el mundo telecos duda de ello. Ahora falta por saber la forma y el fondo. Todo ello, claro, siempre que Orange no dé una sorpresa de última hora. Algo que “ese mundo” descarta. De igual manera, Telefónica deberá librar su propia batalla. En este caso en Latinoamérica, donde no acaba de vender lo que dijo que iba a vender. Ahora ya le da lo mismo si el paquete lleva lazo, lo importante es dejar de perder oportunidades en una región donde hace tiempo que no existe espacio para dichas oportunidades.

VUELOS ALTOS, Y VERDES

El turismo ha sido el gran azotado por la pandemia. Todos lo saben, los que quieren comprar, y los que deben vender. En el segmento hotelero, desde hace meses los fondos de inversión vuelan bajo radar. Las familias hoteleras españolas deberán hacer hueco en sus consejos si quieren sobrevivir a un 2021 que, de momento, solo trae incertidumbre.

Y hablando de vuelos, la Air Europa rescatada deberá caer en manos de Iberia. Una compañía que, a su vez, debe ser rescatada por la política española si no quiere que el Brexit se meriende buena parte de sus negocios. La operación va por lo 500 M€. Empezó en 1.000 millones. Si la agonía se prolonga, el precio de la joya de la corona de Globalia puede ser de récord (negativo).

Y de récord serán muchas inversiones en el sector energético. Lo ‘verde’ ya no es una moda. Y menos ahora que los fondos ‘Next Generation’ vienen cargados de esperanza. El hidrógeno concederá el primer baile. Las subastas de renovables serán el trampolín, aunque las grandes eléctricas tienen sus propios planes. Unos planes, por cierto, que se han visto muy afectados por las últimas decisiones políticas.

Repsol no está contenta; Naturgy contiene la respiración y no sabe si ponerse de lado; mientras que Iberdrola y Endesa sonríen con tanta electrificación. La que saben que van a vender a uno y a otros. Los 7.000 M€ para las renovables tienen que salir del bolsillo de alguien. Aunque las empresas pueden estar tranquilas, saldrán del contribuyente. Buen gol ha colado el Gobierno.

LADRILLO FIABLE Y CAMBIANTE

El ladrillo, en esta crisis, no se siente culpable. Nadie les mira, estos sí que se ponen de lado. En esta ocasión no han provocado agujeros en los balances de nadie, y solo están preocupados por sus negocios. Como las cadenas hoteleras, los fondos están ahí. Merlin lo sabe, y no es el único.

Sus inversiones van a necesitar liquidez. Levantar todo lo que ha tirado la pandemia no será sencillo. Lo bueno es que la reinvención ya estaba hecha. La diversificación en las ramas del negocio del alquiler, la logística, centros comerciales… ahora solo queda dar brillo y que vuelva a ser rentable. En cuanto sucede, lloverán los movimientos corporativos.

Una situación similar al mundo asegurador. La atomización no es sostenible. Cada ciudad tiene su propia aseguradora. Y ahora todo ha cambiado. La sociedad ha cambiado, y la pandemia, además, ha obligado a hacer cambios. La banca, de igual modo, obliga a rehacer algunos acuerdos estratégicos; y en ellos las aseguradoras aprovecharán. Los grandes al acecho.

Bajo este escenario, 2021 no será un año tranquilo. Hay contracción y toca consolidación. Cuando llegue 2022 habrá menos empresas que en marzo de 2020. La pandemia ha hecho que las empresas corran. Y lo harán.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.