Si te pasan estas cosas, tienes el azúcar en sangre muy alto

Cuando tienes el azúcar alto en la sangre tu cuerpo te manda una serie de señales para advertirte que algo no está bien. Es muy importante que estés atento a los niveles de azúcar porque puedes tener un problema de diabetes de tipo 1 o 2 y no saberlo.

Si tienes la azúcar alta debes seguir una dieta baja en ella y no excederte con algunos alimentos que pueden provocarte otras enfermedades como el colesterol que tan solo agravarán tu hiperglucemia.

La azúcar se adhiere a tus venas dejándolas «pegajosas y obstruyéndolas» lo que puede dar lugar a que sufras un infarto o un ictus o dañar cualquiera de tus órganos. Tener la azúcar alta te puede fastidiar los ojos, el corazón, los nervios, los riñones y los pies en un principio, luego puede ir a más.

Son por estos motivos por los que debes saber los síntomas de tenerla alta.

Orinar constantemente

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Cuando tu cuerpo tiene los niveles de azúcar demasiado altos intenta compensarlos de alguna forma y la más rápida que tiene es intentar expulsarla por la orina.

Las personas diabéticas o con azúcar alta en sangre van muchas veces al servicio en comparación con alguien que la tenga normal.

Ten en cuenta que tus riñones están al máximo funcionamiento cuando tienes azúcar para intentar filtrarla, pero si no puede recurre a la orina. El problema es que si orinas mucho puedes llegar a deshidratarte como verás a continuación.

Sed permanente

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Polidipsia significa que tienes sed excesiva siempre. Este se debe a que el nivel de azúcar en sangre es elevado.

Recuerda que los riñones tienen que trabajar el doble o el triple para intentar eliminar la glucosa sobrante de tu cuerpo y por eso necesita líquido. Cuando tomas mucho líquido tu cuerpo te pide que orines más, tal y como te dije antes, pero cuanto más orín hagas antes te deshidratas.

La sed permanente y la sequedad de boca son debidos a que el cuerpo pierde más líquido de lo normal y como consecuencia tienes que tener mucho cuidado con no deshidratarte.

Pérdida de peso

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El cuerpo tira de la insulina para eliminar la glucosa, pero cuando no hay suficiente o no la asimila bien tu organismo comienza a utilizar las reservas de tus músculos y de la grasa para así poder tener energía.

Perder peso es un posible síntoma de tener la azúcar alta en sangre. Ten en cuenta que las dietas diuréticas existen por algo. Al orinar pierdes líquidos, pero también bajas de calorías.

Otra forma que tiene tu cuerpo de reaccionar al no tener suficiente glucosa en las células es que tengas siempre hambre, aunque hayas acabado de comer. Si unes que tienes hambre y que lo que comes y bebes lo expulsas el resultado será que adelgaces rápidamente.

Cansancio por exceso de azúcar

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Hay veces en las que por mucho que duermas no eres capaz de tirar de tu cuerpo, esto puede deberse a muchos motivos, pero entre ellos está el tener la azúcar alta en sangre. Si tus células no tienen suficiente azúcar y por ende no consiguen energía suficiente y están tirando de tus reservas te costará más moverte.

El síntoma de estar cansado puede ser debido a que tengas la azúcar alta o baja, esto es muy común entre los diabéticos.

Ten en cuenta que cuando eres diabético tu cuerpo no es capaz de crear suficiente insulina o tu organismo no la asimila bien. La insulina es la hormona que hace que la glucosa entre en las células y las alimente para que funcionen, si no funcionan bien o si no tienen suficiente energía tú tampoco.

Heridas que no se te curan

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Al tener el azúcar alta tu cuerpo retrasa la cicatrización de las heridas y al no tener tus células operativas al cien por cien estas no tienen la misma fuerza para luchar contra las infecciones.

Las infecciones adoran el azúcar y son un reclamo para los microbios, por lo tanto, si tardas más en cicatrizar y encima tienes algo que los atrae las infecciones en pequeñas heridas están a la orden del día.

Las personas con azúcar alta tardan mucho más en recuperarse de una intervención quirúrgica, por ejemplo. En las mujeres las infecciones vaginales, cistitis y de vejiga son más comunes cuando tienen exceso de glucosa.

Fatiga, náuseas y vómitos

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Si tu azúcar está alta puedes tener fatiga, mareos, visión borrosa o vómitos. Esto puede ser debido a que por culpa de que tengas un poco de deshidratación tu organismo no puede funcionar correctamente.

Estar mareado, desorientado o con fatiga es debido a que necesitas energía y que tu cuerpo te la está pidiendo a gritos.

Otro problema añadido que tienen las subidas de glucosa es que te dañan los ojos. La necesidad de expulsar azúcar mediante los líquidos también afecta al líquido que tienes en los ojos. Si estos se deshidratan no eres capaz de enfocar bien las cosas y, por lo tanto, ves borroso. El azúcar puede perjudicarte tanto los ojos que puedes acabar con ceguera permanente si no lo solucionas.

Encías rojas, hinchadas y sensibles

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Está comprobado que tener el azúcar alta perjudica gravemente tus encías y viceversa. Tener las encías en mal estado puede hacer que tu nivel de azúcar ascienda.

Ya te he dicho que el azúcar alimenta bien a los gérmenes, bacterias y microbios y eso traducido a la zona de la boca significa más posibilidad de infecciones tanto en las encías como en los dientes y huesos que los aguantan.

Si tienes la boca sana es más fácil que tu azúcar en sangre esté controlado. De lo contrario puedes llegar a quedarte hasta sin dientes.

Olor a fruta en la boca

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El aliento es el chivato número uno de que tu cuerpo tiene sobrante de azúcares. Tu respiración también es una vía de escape de azúcar para tu organismo. Tener olor a acetona o a frutas significa que algo anda mal.

Cuando tienes mal aliento o hueles a acetona suele ser debido a que tus niveles en sangre de glucosa son demasiado bajos, sin embargo, cuando hueles a frutas es que están por las nubes.

Si tu aliento huele a frutas tienes que ir al médico a que te haga análisis de sangre, este es un signo casi inequívoco de que tienes cetoacidosis y si no lo tratas puede provocarte la muerte.