domingo, 28 septiembre 2025

Los principales accionistas de PharmaMar se refuerzan con Sandra Ortega a la cabeza

El pasado martes 23 de septiembre, Sandra Ortega, la primogénita del imperio de Amancio Ortega, notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había incrementado su inversión en PharmaMar. Con la nueva adquisición de acciones —a través de derivados financieros— ya posee el 5,154% de la farmacéutica gallega, un movimiento relevante por dos razones: la primera, porque supone un espaldarazo a la firma en un contexto complicado para el sector, debido a los aranceles que pretende imponer Donald Trump. La segunda es que esa cifra representa el máximo de participación que la empresaria ha alcanzado jamás.

Tanto el cierre de semana como los próximos días parecen complicados para el sector farmacéutico europeo. El próximo 1 de octubre entrará en vigor un arancel del 100% sobre los fármacos que no se fabriquen en Estados Unidos, salvo los de compañías que estén construyendo plantas en territorio estadounidense. Aunque la cifra parece exagerada y quizá busque más la negociación que su plena implementación, la incertidumbre es enorme. Al fin y al cabo, el precedente anterior fue un impuesto del 15% decretado en verano sobre las importaciones de productos farmacéuticos provenientes de la Unión Europea.

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En principio, el efecto se ha extendido a todos los niveles del sector. Por ejemplo, PharmaMar perdió un 0,35% en bolsa el pasado viernes, mientras que el Europe 600 Health Care (que agrupa a las 600 principales empresas europeas del sector) también cerró en rojo. Sin embargo, la española parece más protegida frente a los aranceles que otras muchas, como refleja su recorrido en bolsa en el último año (sube casi un 75% frente a la caída del 17% del índice) y el respaldo de sus principales accionistas.

Los principales accionistas de PharmaMar se refuerzan

Ortega no ha sido la única accionista relevante que reforzó su posición la última semana. De hecho, otros nombres importantes de la firma también lo hicieron. José María Fernández Sousa-Faro, presidente ejecutivo de PharmaMar, emitió un documento a la CNMV para informar que había incrementado su posición esta misma semana. Su participación escaló hasta el 11,512%, un aumento de 0,14 puntos porcentuales.

sandra ortega Merca2.es

Montserrat Andrade Detrell, esposa del presidente ejecutivo y consejera dominical, también incrementó el pasado martes su participación. En este caso, el aumento notificado a la CNMV fue leve, pasando del 5,25% al 5,31%, pero la consolida como segunda máxima accionista pese al empuje de Ortega.

Finalmente, el último en reforzarse en el accionariado fue Pedro Francisco Fernández Puentes, vicepresidente de PharmaMar, aunque de manera muy residual, ya que su participación apenas creció. Una curiosidad en este baile accionarial es que JP Morgan Chase no ha vuelto a convertirse en accionista significativo desde que en marzo redujese su posición por debajo del 3%.

¿Afectarán los aranceles de Trump a PharmaMar?

Más allá del revuelo en el sector, los aranceles decretados por Trump sobre fármacos no deberían afectar al negocio de PharmaMar. Aunque en las últimas cuentas —el informe semestral— no se especifica si habrá impacto, previamente su director general, Luis Mora, fue tajante: «Nos afectan cero las tarifas de Trump por nuestro modelo de negocio».

Si bien la empresa comercializa medicamentos en Estados Unidos —Yondelis, para sarcoma de tejidos blandos, y Zepzelca, para cáncer de pulmón— la FDA aprobó recientemente la revisión prioritaria de un nuevo tratamiento que combina Zepzelca y Atezolizumab para adultos con cáncer de pulmón de células pequeñas en estadio avanzado. También es cierto que esa comercialización se realiza bajo marcas que cumplen los requisitos impuestos por Trump.

Según Mora, la actividad de PharmaMar se limita a que «Se las vendemos bajo términos ex works, es decir, nuestros socios las recogen en nuestro almacén de Madrid y las llevan a sus instalaciones en Europa al precio estimado. A partir de ese momento, Jazz Pharmaceuticals y Johnson & Johnson se encargan del resto. Transforman la materia prima en productos semiterminados en sus fábricas europeas y luego los exportan a Estados Unidos, donde completan el fármaco. Este proceso se denomina packaging secundario.

En definitiva, los grandes accionistas de PharmaMar han sabido aprovechar el mar revuelto para aumentar sus ganancias a largo plazo. Una práctica que podría repetirse en las próximas semanas si el sector continúa agitado.


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