La maldición de Harry Kane es ampliamente conocida por todo el mundo del fútbol. El internacional con Inglaterra está catalogado como el jugador con la peor suerte del mundo. Es que tras haber pasado una década alejado de todos los trofeos tanto con Tottenham Hotspur y la Selección de su país, este verano se marchó a Bayern Múnich para torcer su destino.
Pero, inesperadamente lo que se torció fue la suerte del equipo alemán. Es que tras 11 años siendo campeones indiscutidos de la Bundesliga, Bayern Múnich terminó en la tercera ubicación. Esto sin contar que además se quedaron sin posibilidades de alzar ningún título hasta al menos el final de la siguiente temporada y Harry Kane tendrá que seguir esperando.
El futbolista con mayor suerte del mundo: es la envidia de Harry Kane
Si bien hay pocos futbolistas con la nefasta fortuna de Harry Kane, los hay menos con la suerte totalmente contraria. Es el caso de este futbolista que ha ganado más de una decena de títulos en los últimos años sin siquiera estar en el campo de juego con su equipo y, para colmo, ¡le siguen renovando el contrato!
Así es, como escuchas. Scott Carson, el ya histórico tercer arquero de Manchester City renovó su contrato con la institución ciudadan luego de haber disputado apenas 2 partidos en los últimos cinco años (107 minutos en total). Pero, en ese lapso, Carson ha ganado nada menos que 11 trofeos con el equipo de Pep Guardiola y la cuenta puede seguir aumentando ya que continuaría en el equipo por una temporada más. La envidia total de Harry Kane…
¿Quién es Scott Carson, el futbolista con la mejor suerte del mundo?
La historia de Scott Carson merece al menos la oportunidad para ser retratada en las grandes producciones cinematográficas. El arquero británico arribó a Manchester City en el verano de 2019 y apenas ha disputado una centena de minutos. No obstante, lo que tiene bastante abultado es su palmarés personal con 11 títulos (un promedio de casi 10 minutos jugados por cada trofeo alcanzado).
La carrera del arquero comenzó en Leeds United en 2003 y al año siguiente saltó al Liverpool, donde ganó su primer trofeo de Champions League. Luego tuvo pasos por Sheffield Wednesday, Charlton, Aston Villa y West Bromwich, antes de marcharse al Bursaspor de Turquía. De allí pegó la vuelta a Inglaterra para jugar en Wigan y luego en Derby County, para llegar finalmente a Manchester City con 34 años, siendo a día de hoy una pieza fundamental en el vestuario ciudadano con su mentalidad ganadora y su ayuda a tener un gran ambiente.
