miércoles, 29 mayo 2024

La subida de la base máxima y la cuota del MEI procurarán ingresos de más de 4.000 millones en 2024

La sobrecotización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que en 2024 será del 0,7%, y la subida de la base máxima de cotización proyectada en la reforma de pensiones del Gobierno procurarán ingresos superiores a los 4.011 millones de euros en 2024, según las proyecciones del Gobierno recogidas en el Plan Presupuestario remitido a Bruselas.

La reforma de pensiones en vigor contempla la subida progresiva de la sobrecotización que establece el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que pasará del 0,6% vigente este año hasta el 1,2% en 2029, a razón de una décima por año. Así, para 2024, esta sobrecuota será del 0,7%.

El Gobierno calcula que esta medida reportará el próximo año unos ingresos a la Seguridad Social de 3.702 millones de euros, el equivalente aproximado al 0,24% del Producto Interior Bruto (PIB), frente a la recaudación del 0,20% del PIB para 2023.

Precisamente, en lo que respecta al ejercicio actual, el de 2023, el impacto presupuestario de la sobrecotización del MEI (0,6%) supera los 2.922 millones de euros.

Para 2024, esta sobrecuota se incrementa una décima, hasta el 0,7%. El Ejecutivo calcula que esta décima adicional implicará unos ingresos de 780,5 millones de euros. De esta forma, la sobrecotización del MEI establecida para el año próximo procurará ingresos por valor de 3.702 millones de euros.

Los ingresos del MEI, mecanismo que sustituyó al llamado factor de sostenibilidad, irán destinados a engordar el Fondo de Reserva de las pensiones, la llamada ‘hucha’ que, según cálculos de la Seguridad Social, partiendo de algo menos de 3.000 millones de euros este año, llegará a acumular hacia mediados de los 40 entre 120.000 y 130.000 millones de euros, el doble de lo que tuvo en 2011 (68.000 millones de euros), hasta ahora la cifra más alta.

Según explicó en su día el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, estos fondos,se irán desembolsando «de manera prudente y flexible» entre principios de la década de 2030 y hasta los primeros años de 2050 para que el sistema afronte las tensiones financieras derivadas de las jubilaciones de los ‘baby boomers’.

La sobrecuota del MEI irá subiendo de manera progresiva hasta alcanzar el 1,2% en 2029 y de 2030 a 2050 se mantendrá en ese 1,2%, aunque podrá aumentar de manera automática si el gasto en pensiones sobrepasa el 15% del PIB, cosa que se descarta en el informe de proyecciones publicado la semana pasada por el Gobierno.

LA SUBIDA DE LA BASE MÁXIMA PERMITIRÁ INGRESAR 308,5 MILLONES EN 2024

La reforma de pensiones contempla además la subida anual de las bases máximas de cotización con el IPC más un cuantía fija de 1,2 puntos cada año del periodo 2024-2050. Esto implicará un aumento acumulado del 38% hasta 2050.

Según el Plan Presupuestario del Ejecutivo en funciones, la subida de la base máxima en 2024 implicará ingresos superiores a los 308,5 millones de euros.

En concreto, la reforma establece que la base máxima de cotización se actualizará anualmente en el porcentaje equivalente al valor medio de las tasas de variación interanual del IPC de los doce meses previos a diciembre del año anterior, y adicionalmente, desde 2024 hasta el año 2050, en 1,2 puntos cada año.

El Gobierno evaluará cada cinco años en el marco del diálogo social la subida de las bases máximas de cotización y remitirá un informe a la Comisión del Pacto de Toledo.

PRÓRROGA DEL PRESUPUESTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL

El Ejecutivo señala en el Plan Presupuestario que, dada su limitación en la capacidad normativa por encontrarse en funciones, «es previsible que no sea posible aprobar a tiempo la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2024 para su entrada en vigor el día 1 de enero», por lo que serán automáticamente prorrogados los del presente ejercicio hasta la aprobación de los nuevos.

Esto implica también la prórroga del Presupuesto de la Seguridad Social. El Gobierno recuerda en el Plan Presupuestario algunas de las medidas recogidas en la última reforma de pensiones, enfocada a la mejora de los ingresos, que estarán vigentes en 2024.

Además de la sobrecotización finalista del MEI, que pasará a ser del 0,7% el próximo año, y de la subida de la base máxima, el próximo año se continuará desplegándose el nuevo sistema de cotización para trabajadores autónomos en función de sus ingresos reales.

REBAJA DE LA TASA DE PARO Y CREACIÓN DE EMPLEO

El Gobierno defiende en el Plan Presupuestario que el mercado de trabajo presenta en 2023 «un ritmo positivo» de creación de empleo, que permitirá reducir la tasa de paro de este año hasta el 11,8%.

Para 2024, se contempla un crecimiento del empleo del 1,4%, «compatible con el incremento proyectado de los ingresos por cotizaciones». En este sentido, el Plan recoge una tasa de crecimiento de los ingresos por cotizaciones del 6,4%, inferior a la de 2023, pero «aúnrobusta».

En el conjunto de 2023 y 2024, se prevé la creación de 700.000 empleos y la reducción de la tasa de paro media, en 2024, hasta el 10,9%.

Las previsiones fiscales incluidas en el Plan Presupuestario incluyen la revalorización de las pensiones para 2024 en función del IPC en el periodo de diciembre de 2022 a noviembre de 2023. La cuantía dependerá de cómo quede la tasa de inflación, aunque la Seguridad Social estimó la semana pasada que la subida de las pensiones del año próximo estará entre el 3,5% y el 4,5%.

Para mejorar la equidad y suficiencia de las pensiones, la reforma que aprobó el Gobierno contempla mejoras en 2024 en las pensiones no contributivas. Éstas, una vez revalorizadas de acuerdo con el IPC, se incrementarán adicionalmente para reducir en un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 0,75 del umbral de riesgo de pobreza calculado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) para un hogar unipersonal.

El Ingreso Mínimo Vital (IMV) se incrementará en 2024 de igual manera al estar su cuantía referenciada a la de las pensiones no contributivas.

Asimismo, la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo, una vez revalorizada en función del IPC, subirá adicionalmente para reducir en un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 1,5 del umbral de riesgo de pobreza.

La cuantía mínima de la pensión de viudedad con cargas familiares, las de pensiones contributivas con cónyuge a cargo, excepto la de incapacidad permanente total de menores de 60 años, serán iguales a la cuantía de la pensión mínima de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo.

El resto de las cuantías mínimas de las pensiones contributivas, una vez revalorizadas, se incrementarán adicionalmente en un porcentaje equivalente al 50% de los porcentajes resultantes del incremento adicional de la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo referenciado al umbral de riesgo de pobreza indicado.


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