California demanda a Exxon, Shell, Chevron y BP por su «campaña de engaño» sobre el cambio climático

El Estado de California (EEUU) ha demandado a seis entidades, entre las que se encuentran cinco de las mayores compañías petroleras del planeta, por una presunta «campaña de engaño de décadas» dirigida a minimizar el impacto de la quema de combustibles fósiles sobre el clima. En concreto, se acusa a seis organizaciones -Exxon Mobil, Shell, Chevron, ConocoPhillips, BP y el Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés)- de usar su influencia para restar importancia al daño que la utilización masiva de combustibles fósiles causa al medio ambiente, o directamente negar sus efectos.

Según una información revelada por el periódico estadounidense The New York Times, el pasado viernes 15 de septiembre, Rob Bonta, Fiscal General del Estado, presentó la demanda ante el Tribunal Superior de San Francisco. El escrito expone que, ya en los años 50, estos colosos empresariales conocían que el aumento en la explotación de este tipo de energía resultaría en un calentamiento global; sin embargo, en lugar de prevenir al público, lo alimentaron «con mentiras y falsedades» con el único objetivo de «aumentar sus beneficios sin precedentes», a sabiendas de las nocivas consecuencias medioambientales de su negocio.

California también proyecta la creación de un fondo para financiar acciones de reparación de los daños futuros que el cambio climático pueda provocar, así como la mitigación de los desastres vinculados a este fenómeno dentro de las fronteras del Estado.

«LA CRISIS CLIMÁTICA QUE HAN CAUSADO ES INNEGABLE; ES HORA DE QUE PAGUEN PARA DISMINUIR EL DAÑO»

Rob Bonta, Fiscal General del Estado de California (EEUU)

En los últimos tiempos, esta parte de la geografía estadounidense ha sufrido múltiples catástrofes naturales, tanto de tipo atmosférico, como tormentas desbocadas, hasta gigantescos incendios que han puesto en jaque a la población y a la fauna. La letra de la demanda remarca que California ha gastado, y continuará gastando, miles de millones de dólares para recuperarse de las catástrofes climáticas.

«Desde el calor extremo hasta la sequía y la escasez de agua, la crisis climática que han causado es innegable» -dijo Bonta, en referencia a las empresas acusadas- «Es hora de que paguen para disminuir el daño que han provocado».

Tan duro ha sido el ciclo de catástrofes que ha vivido el Estado del oeste de EEUU, que incluso ha tenido consecuencias en su nivel de confianza financiera. La cada vez más pesada carga de gasto de los desastres climáticos ha llevado a las principales compañías de seguros estadounidenses a limitar su cobertura en California: según informa Bloomberg, State Farm General Insurance ya no acepta nuevas solicitudes de pólizas de propiedad y accidentes en el Estado. 

incendio cambio climatico Matt Palmer Unsplash Merca2.es

SHELL REACCIONA: «LITIGAR NO ES LA VÍA APROPIADA»

Ante la perspectiva de protagonizar una sesión de preguntas incómodas en una corte de Justicia, algunas de las compañías involucradas han sido rápidas en reaccionar. Otras, sin embargo, hasta el momento siguen la política de mantener un cauto silencio.

Shell no perdió tiempo en tomar posiciones, manifestando su postura de que un pleito no es el vehículo apropiado para abordar el cambio climático. «No creemos que un tribunal sea el lugar apropiado para abordar el cambio climático; la forma adecuada de alcanzar soluciones e impulsar el progreso es una política inteligente del gobierno y la acción de todos los sectores», declaró la multinacional a través de un comunicado.

«No creemos que un tribunal sea el lugar apropiado para abordar el cambio climático; la forma adecuada de alcanzar soluciones es una política inteligente y la acción de todos los sectores»

Shell

Chevron, a través de un portavoz, llegó al extremo de cuestionar la legitimidad de los órganos de Justicia de California en este asunto: «Sus tribunales locales no tienen un papel constructivo o constitucionalmente permisible en la elaboración de la política energética global», argumentó, al tiempo que defendía su papel de «promotor líder en el desarrollo de petróleo y gas».

API, por su parte, defendió el rol del sector petrolero en la transición energética: «El historial de las últimas dos décadas demuestra que la industria ha logrado su objetivo de proporcionar energía estadounidense asequible y confiable a los consumidores de EEUU, mientras reduce sustancialmente las emisiones de dióxido de carbono y nuestra huella ambiental», afirmó Ryan Meyers, vicepresidente y consejero general de la entidad.

El resto de implicados no se han distinguido por su elocuencia: Exxon Mobil y ConocoPhillips hicieron caso omiso a las solicitudes de declaraciones, mientras que BP (la antigua British Petroleum) declinó hacer comentario alguno.

EXXON, LA PRIMERA EN SER ‘PILLADA’

Pese a que hasta ahora la postura corporativa de Exxon ha sido el consabido no comment, algunos de sus antiguos ejecutivos han sido más locuaces. Otro medio estadounidense, el Wall Street Journal, ha tenido acceso a archivos internos de la multinacional, que junto a entrevistas a varios ex altos mandos de la misma, delinean toda una estrategia encaminada a una sola meta: contradecir, desacreditar y ningunear todas aquellas conclusiones científicas sobre el cambio climático que pudieran menoscabar sus negocios.

EXXON MOBIL PRESUNTAMENTE URDIÓ UNA ESTRATEGIA ENCAMINADA A DESACREDITAR LAS CONCLUSIONES CIENTÍFICAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

La compañía cultivó dos caras bien diferenciadas en lo referente al clima: por un lado, la esfera pública, en la que se mostraba concienciada -ya en 2006 reconoció que la quema de combustibles fósiles acelera el calentamiento global-; y por otro, las directrices internas de la empresa, cuya plantilla de científicos participó en investigaciones que cuestionaban los hechos dados por veraces sobre el cambio climático. Estas prácticas tuvieron lugar durante el mandato de Rex Tillerson, que ejerció como director ejecutivo de la firma entre 2006 y 2016.

Exxon Mobil está actualmente inmersa en centenares de pleitos en los que se exige a las petroleras millones de dólares en indemnizaciones por sus presuntas actividades de desinformación respecto a la influencia de los hidrocarburos en el medio ambiente. El paso adelante dado por la Fiscalía californiana acorrala un poco más a los gigantes del mercado petrolero, en entredicho desde hace años por su presunta manipulación de la opinión pública sobre el clima.