jueves, 12 diciembre 2024

España sigue entre los mercados líderes en el sector del perfume

Los últimos datos muestran la fortaleza del sector del perfume español. Entre ellos destaca que España ya supera las 72.000 hectáreas de cultivos y plantaciones para aceites esenciales y se mantiene como segundo país exportador mundial de perfume.

Estos datos fueron ofrecidos durante la jornada ‘El valor de las esencias y su impacto positivo en la comunidad’, organizada por la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) y la Academia del Perfume.

De esta manera el sector muestra poco a poco su fortaleza y consolida su recuperación. Ya en 2022 creció un 11,3%, hasta alcanzar los 9.249,7 millones de euros de ingresos. Por otro lado, el año pasado las exportaciones de perfumes y cosméticos crecieron un 21% hasta alcanzar un volumen de 6.515 millones de euros, y un 25% más respecto a los registros de 2019

En la actualidad, cultivos como el limón de Levante y Murcia, la lavanda de Castilla-La Mancha y Castilla y León o la jara de Andalucía suponen un impacto positivo en las zonas rurales de la España despoblada, ya que permite a la industria utilizar estas materias primas para los ingredientes naturales de perfumes y cosméticos y puede convertirse en un elemento de cohesión del territorio, tanto económicamente como socialmente.

En este sentido la directora general de Stanpa y vicepresidenta de la Academia del Perfume, Val Díez, destacó la labor de los agricultores como pieza clave en el desarrollo y producción de los aceites esenciales. «El impacto positivo de las esencias va mucho más allá de las empresas que lo producen, la cadena de valor va desde el trabajador del campo a nuestros hogares», subrayó.

La patronal confía en que la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea sea clave para potenciar el uso de ingredientes naturales en la producción de aceites esenciales, ya que su impacto económico y social inmediato repercute en más de 50.000 empleos en Europa. En este contexto, el sector reclama que en el marco de la Agenda Verde de la UE se fomente la utilización de sustancias naturales de origen biológico en los productos de uso diario.

Así, plantaciones como el limón, el tomillo o la jara silvestre se mantienen vivas a lo largo de la geografía española gracias a la producción y extracción de estas materias primas naturales por parte de la industria, lo que permite la conservación y el crecimiento de marcas icónicas y prestigiosas de perfumes en la actualidad.

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Perfumes, colonias EUROPA PRESS (Foto de ARCHIVO) 01/1/1970

El experto Dominique Roques, que lleva más de 30 años inmerso en la industria del perfume, indicó que «hay un mundo entero entre los recolectores y los laboratorios donde se elaboran los perfumes». «Los ingredientes naturales generan un valor incalculable, no solo en términos económicos, sino también para las comunidades que los cultivan. Si no hacemos el esfuerzo de apoyarlos, esas materias primas, su legado y las tradiciones que representan dejarán de existir en un futuro», advirtió.

De esta forma, España es líder mundial en la producción de romero (Rosmarinus Officinalis) y de tomillo (Thymus Zigis), además de un gran productor de lavandas. Su producción de gran calidad proviene principalmente de la limpieza de montes y de la recolecta silvestre, más que del cultivado, y emplea a muchos temporeros desde abril hasta noviembre, ya que son las épocas de mayor producción.

AUMENTO DE SUPERFICIE DE CULTIVO Y DE LAS EXPORTACIONES

La superficie de producción de plantas aromáticas se ha elevado un 35% en el último año continuando su tendencia alcista desde 2018 con un total de 18.000 hectáreas cultivadas.

En 2022 se exportaron cerca de 7.000 toneladas de aceites esenciales de aromáticas a Francia (13%), Italia (12%), Alemania (10%) y Reino Unido (7%). De éstas, el 15% representa los aceites puros (no sintéticos), mientras que se importaron 7.200 toneladas de países como China (18%), Brasil (17%), Francia (11%), Indonesia (9%) o India (9%).

El sector quiere poner en valor que las plantas aromáticas son más productivas que los cereales y, al ser de secano, no requieren regado. Además en su cultivo tampoco se emplean pesticidas ni fertilizantes y son plantas autóctonas que contribuyen a la biodiversidad, destacando su importancia para las abejas.

Estas tres aromáticas son las de mayor producción y comercialización, pero España cuenta también con muchas otras variedades que son muy apreciadas y que contribuyen a ampliar la paleta de perfumistas y aromistas en un sentido muy positivo. Entre ellas, cabe destacar la mejorana, el hinojo, el hisopo, el ciprés, el cade o la salvia.

ESPAÑA, PRIMER EXPORTADOR EUROPEO DE ACEITE DE LIMÓN Y SEGUNDO A NIVEL MUNDIAL

De esta forma, España es el segundo país productor mundial tanto de limón como de su aceite esencial con una producción de hasta 1.400 toneladas y genera cerca de 23.000 empleos directos en el medio rural, soportados en más de un 50% por mujeres. Además, cuenta con una variedad única en el mundo, la Verna, con importante valor emergente para la perfumería junto a la variedad Fino.

La producción de limón ocupa 50.400 hectáreas en España y los 15 millones de árboles de limón que existen actualmente gracias a estas plantaciones captan más de 300 toneladas de CO2 al año. Estos árboles se cultivan especialmente en las regiones de Murcia (53% de la producción), Comunidad Valenciana (33%) y Andalucía (14%).

Por otro lado, la recolección sostenible de la jara es el principal reto para la industria. Según un estudio cartográfico dentro del proyecto BeonNat, se estima que la jara ocupa una superficie de unos 2,1 millones de hectáreas en toda la península, del que solo un 4% es actualmente aprovechado para la cosecha, ya que depende de factores como la edad de la planta, la calidad de los terrenos y la accesibilidad a los mismos.

Actualmente, su recolección se centra en Huelva, Sevilla, Extremadura, Centro peninsular, y la industria procesadora en Huelva y Sevilla. «La gran conclusión es el indudable y gran impacto positivo de los ingredientes naturales en la comunidad en tres dimensiones: hectáreas de cultivo, creación de empleo especialmente rural y la circularidad», concluyo Val Díez.


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