El rabo de toro es uno de los platos más emblemáticos de nuestra cocina, capaz de satisfacer al comensal más exigente y que siempre causa sensación al servirlo. Chefs tan importantes como Dani García tienen su propio método de hacerlo, e incluso es posible degustar una estupenda lasaña de rabo de toro.
Sin embargo no hay nada como la receta de toda la vida, y es justo lo que te queremos proponer con una gran novedad: ¡su rapidez! Siguiendo nuestros consejos vas a tener listo un rabo de toro en tiempo récord, y todo gracias a una preparación tan sencilla como sabrosa.
1UN CLÁSICO DE NUESTRA GASTRONOMÍA
El rabo de toro es un plato tradicional de la gastronomía española que se originó en la región de Córdoba en tiempos del Imperio Romano. La receta definitiva cogió forma en el siglo XVI, para luego transformarse en la preparación actual con verduras y vino tinto. Consiste en la cocción lenta y prolongada de carne de toro o ternera con cebolla, tomate, ajo, pimienta, zanahorias, laurel, aceite de oliva y vino tinto.
¡Y no has probado nada igual! Esta receta se distingue por su textura tierna y jugosa, así como por su intenso sabor, resultado de la combinación de las especias y condimentos utilizados en su preparación. Además de sus matices al paladar el rabo de toro ofrece beneficios nutricionales, ya que es una fuente de proteínas y minerales como hierro y zinc. También es apreciado por su contenido en colágeno, que contribuye a la salud de las articulaciones y la piel.