Dejar que se acumule demasiada suciedad en el horno puede ser peligroso, ya que se convierte en un caldo de cultivo para moho, bacterias y otros gérmenes que crecen en los restos de alimentos que, de forma inevitable, van quedando incrustados en el interior de electrodoméstico. Por otra parte, cuando estos restos se queman durante el uso del aparato, emiten humo y malos olores, y esto puede afectar a la salud de la familia, además de arruinar el sabor de nuestro asado. Y aún hay más: cuando se acumula residuos de alimentos y rastros de grasa en las paredes del horno, el calor no se puede distribuir adecuadamente y de forma uniforme, algo que incrementa el riesgo de corrosión, incendios y daños en algunas piezas del mecanismo interno del aparato.
3VACIAR EL HORNO Y APLICAR BICARBONATO
Lo primero que vamos a hacer es sacar del horno todos los accesorios y utensilios como la bandeja y la rejilla. Así vamos a poder trabajar mucho más cómodamente en el interior del electrodoméstico. Después vamos a preparar una pasta a base de bicarbonato y un poco de agua. La mezcla tiene que quedar cremosa y espesa, para que se pueda pegar en las paredes del horno. La cantidad depende del tamaño del horno. Si sobra, se puede usar para limpiar a fondo la bandeja.
