El aguacate, la crema de cacahuete… y ahora el mango. Hay alimentos que se ponen de moda en un determinado momento y que empiezan a volar de los supermercados. Sin embargo, no siempre lo que nos cuentan sobre sus propiedades es real.
En el caso del mango, es cierto que estamos ante una fruta con una gran cantidad de nutrientes, pero eso no quiere decir que debamos consumirla sin ningún control, porque también tiene una cara oculta no tan positiva.
Una fruta muy refrescante
Si algo hay que decir a favor del mango, es que es una de las frutas más refrescantes que podemos tomar. Su sabor dulce, unido a su jugosidad, hacen que si la tenemos un rato en la nevera se convierta en el postre o la merienda perfecta.
Además, es precisamente ese sabor dulce el que consigue que a los niños les encante. Así que es una buena opción si queremos que los más pequeños de la casa dejen de poner pegas a la hora de comer fruta.
