Prisa espanta fantasmas bajo el timón de Oughourlian, Barroso… y Rosauro

Anda rebotando frenéticamente Prisa por tierra, mar y radio que al fin están cuadrando números tras más de un año devorando a tijeretazos esa mastodóntica estructura impulsada con salero por Jesús de Polanco que acabó sepultando, por su incapacidad para adaptarse a los tiempos, a Juan Luis Cebrián.

Los beneficios del primer trimestre, dicen que 100.000 euros, y el triunfo de la SER sobre COPE en el EGM a pesar del rumoreado sorpasso de Carlos Herrera sobre Àngels Barceló, sirven para aliviar a un grupo que la anterior vez que comunicó resultados, las pérdidas superiores a 90 millones de euros en 2021, intentó eclipsar el drama diciendo que habían conseguido refinanciar la deuda, 756 millones a fecha 31 de diciembre (77 menos que un año antes).

Es cierto que los síntomas del holding empiezan a ser positivos tras redefinir la estructura y dar el salto digital que nunca emprendió Cebrián, consejos vendía. Y es que Prisa, excluyendo indemnizaciones, obtuvo un ebitda superior a 100 millones en 2021.

Y este primer trimestre de 2022 sus ingresos han crecido más de un 30% respecto a los tres primeros meses del pandémico 2021. Eso sí, el grupo editor de El País y la Cadena SER sigue dependiendo demasiado de la rama latinoamericana de Santillana, que le aporta más del 60% de los ingresos (128,4 de los 210,6 millones totales).

OUGHOURLIAN, BARROSO… Y ROSAURO

Prisa sale de unas pérdidas que no había abandonado desde que en el último trimestre de 2020 vendió la rama española de Santillana para alegría de Joseph Oughourlian, que aseguró en ese momento que no había invertido 300 millones de euros «para hacer favores al Gobierno», a pesar de que no deja de hacérselos.

Prueba de ello fue el fichaje del ‘sanchista’ Miguel Barroso, la integración en el grupo de LaCoproductora de José Miguel Contreras o el nombramiento como vicepresidente del «chico de moda de la empresa española», según un célebre medio rosa, Rosauro Varo.

Varo, exconsejero de El Español, también fue nombrado como consejero de Acciona Energía, no se sabe todavía si por sus conocimientos de las renovables o por los conocimientos de los Entrecanales sobre cómo relacionarse con el poder, estemos en 2022 o en 1949.

Varo, íntimo de Alonso Aznar al compartir vecindad en la chic urbanización marbellí de Guadalmina, nunca pierde: se hizo de oro con Pepephone y las VTC contra las que votaba en el Congreso su madre, excompañera de bancada de Pedro Sánchez; presume de amistad con José Luis Rodríguez Zapatero; en 2019 compartía balconcito en la Semana Santa sevillana con José María Aznar y el expresidente manchego José María Barreda…

Y hace unos días aparecía en el mismo escenario, tal y como retrató ¡Hola!, susurrando al oído a José María Álvarez-Pallete, muy interesado por las cofradías y antaño en dejarle claro a Sánchez que no quería utilizar la participación de Telefónica en Prisa en patrocinar las operaciones de los ‘cebrianitas’, ‘aliertistas’ y ‘juancarlistas’ patrocinadas por la valedora de Javier Monzón, Ana Patricia Botín.

OUGHOURLIAN SACA PECHO

El presidente y máximo accionista de Prisa, Joseph Oughourlian, asegura que «el grupo está en un momento decisivo en el que todos los cambios acometidos nos permiten abordar el futuro centrados en el crecimiento de los negocios y focalizados en el interés de nuestros accionistas y empleados. Hemos presentado un plan estratégico a medio plazo con objetivos definidos y claros, que estamos centrados en ejecutar, y los resultados del primer trimestre reflejan que el camino marcado es el adecuado».

«Estos primeros meses del año han sido muy buenos para la compañía, continuando con la tendencia positiva que veníamos registrando. Mantenemos las previsiones marcadas a comienzos de ejercicio, sin olvidar que hay que tener cautela ante la incertidumbre derivada de la guerra en Ucrania y las consecuencias económicas que puede acarrear«, añade.

Al crecimiento de Prisa ha contribuido su rama mediática, que ingresó un 7,2% más gracias al crecimiento del modelo de pago (El País roza los 200.000 suscriptores, lo que apunta un crecimiento interanual de casi el 50%), y el buen comportamiento de la publicidad (+11%). Los ingresos digitales aumentaron su contribución en un 33% hasta representar el 39% del total del grupo.