miércoles, 11 diciembre 2024

Acerinox y ArcelorMittal en jaque por la crisis del níquel y el precio de la luz

IG Markets

Acerinox y Arcelor Mittal están sufriendo la subida de los costes de producción. La crisis del níquel y los elevados precios de la luz están poniendo en jaque a las acereras, provocando una cadena de cierres en sus plantas de producción. La inestabilidad provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania está encareciendo algunas de las materias primas clave para el funcionamiento energético de las empresas, así como de metales preciosos y otros fundamentales para sectores estratégicos.

En este contexto, las dos cotizadas del Ibex 35 están sufriendo las consecuencias de los elevados costes. Además de las pérdidas financieras y los ERTES que se avecinan, Acerinox y ArcelorMittal ya pagan con descensos del 16,8% y del 8,2% en las últimas seis sesiones bursátiles respectivamente. Por su parte, ArcelorMittal ha decidido este jueves parar su producción en Gijón entre los próximos 24 y 28 de marzo, tal y como ha informado la sección del sindicato CSI en la empresa.

La multinacional ha ha tomado la decisión de parar la acería LDG, alambrón y carril por los precios de la energía y a la escasez de las materias primas. Se suma así al cierre comunicado el miércoles de la producción de la planta de Sestao (Vizcaya) y la aplicación de un ERTE a su plantilla de 220 trabajadores y al parón en la fábrica de Olaberria (Guipuzcoa) anunciado el martes para evitar «producir a pérdidas».

CRISIS DEL NÍQUEL

La principal razón es la misma en ambos casos: el alto precio de la energía. En el caso de Acerinox, la compañía anunció la paralización de su fábrica de Algeciras (Cádiz) el martes, tanto en la producción del acero como la actividad de laminación en caliente y en frío. La multinacional española ha asegurado que los «insostenibles» costes energéticos supondrán un sobrecoste de la factura de la luz de 90 millones de euros anuales, de los que el 80% corresponde a la producción en España. Este paro supondrá un ERTE para sus 1.800 empleados.

«Los precios récord del cobre, el paladio, el aluminio y el níquel podrían provocar una destrucción selectiva de la demanda en los próximos seis meses«

Una situación también provocada por la crisis del níquel, que ha obligado a la Bolsa de Metales de Londres (LME) a suspender temporalmente la cotización del metal dada la especulación. Se trata de un caos de dimensiones históricas producido por el anuncio de Rusia de prohibir las exportaciones de productos básicos como respuesta a las sanciones económicas que han decidido imponer los países de Occidente tras la invasión de Ucrania. El níquel se utiliza para la fabricación del acero inoxidable y de otros productos como las baterías para vehículos eléctricos.

Rusia representó en 2021 el 9,2% de la producción minera del níquel. El organismo donde cotizan los futuros de esta materia prima decidió suspender el martes su cotización tras superar los 100.000 dólares por tonelada, un 250% en tan solo dos sesiones. El mercado se quedó congelado y sin operaciones de contraparte debido al movimiento de pánico impulsado por Tsingshan Holding Group, el mayor productor de níquel del mundo, así como sus corredores para cerrar parte de una gran posición corta que habían tejido los últimos meses. Tras conocerse la situación, Acerinox ha decidido paralizar la compra de materias primas con níquel a nivel global.

PRECIOS ELEVADOS A LARGO PLAZO

Desde Bloomberg aseguran que la situación continuará así en los próximos meses, en un contexto de destrucción de la demanda de metales y una laboriosa normalización de los precios. «Los precios récord del cobre, el paladio, el aluminio y el níquel podrían provocar una destrucción selectiva de la demanda en los próximos seis meses. Tres de nuestros cuatro escenarios probables sobre la evolución de los flujos de metales rusos prevén que los precios elevados se prolonguen durante un periodo de varios años», explican los expertos.

Sin embargo, los analistas estiman que el níquel puede ser uno de los metales que vuelvan más rápido a su cauce. «Creemos que el níquel podría ser más vulnerable a un rápido retroceso, mientras que el aluminio podría mantenerse firme«, señalan. Pero, por el momento, los problemas para las compañías acereras ya se están notando y los estragos en los próximos meses pueden suponer daños económicos importantes.

De hecho, no solo las dos cotizadas del Ibex 35 se han visto obligadas a paralizar su producción en diferentes plantas. Empresas como Ferroatlántica o Megasa han detenido sus hornos en los últimos días y otras como Asturiana de Zinc, Celsa o Ercros ya están avisando de los astronómicos precios energéticos y haciendo ajustes de producción en determinadas franjas horarias donde el precio de la luz es más caro para evitar sobrecostes.

Asimismo, esta hiper inflación de los costes que abarcan desde la luz hasta el gas y los metales también está perjudicando a diferentes sectores más allá de la siderurgia, como el de la automoción, el papel, las azulejeras o los productores de envases de vidrio.


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