viernes, 13 diciembre 2024

El BdE no se cree las previsiones económicas del Gobierno

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha anticipado este lunes en el Congreso una «revisión significativa a la baja» de las previsiones de crecimiento de PIB para este año y ha señalado que la recuperación de la economía española tras la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 es «claramente incompleta» frente a la del resto de países.

Todo ello en un escenario, ha incidido, de «elevada incertidumbre», en el que al desarrollo de la pandemia se le suma, ha señalado, la tendencia inflacionista y «cuellos de botella» en las cadenas de suministro, por la escasez de recursos y el encarecimiento de los precios de energía.

Hasta el momento, la recuperación de la economía global es incompleta, ha señalado, pero en el caso de España, especialmente en comparación con los países de su entorno, es «más claramente incompleta», ya que al concluir la primera mitad de año España presenta una brecha de 8,4 puntos porcentuales en su PIB respecto al de finales de 2019, cuando en la zona euro se limitaba a 2,5 puntos.

Así lo ha manifestado durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, a la que ha acudido para iniciar la ronda de comparecencias de altos cargos con motivo de la tramitación en la Cámara del proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2022.

El gobernador ha justificado esta revisión, que no verá la luz hasta diciembre dado su carácter trimestral, en que las últimas proyecciones «se han quedado obsoletas» y que «los riesgos están claramente a la baja» tras una revisión «muy significativa» de las estimaciones del INE (pasan de un crecimiento del 2,8% al 1,1%), lo que implicaría a una reducción «sustancial» en las previsiones de crecimiento, tanto de este año como para el siguiente, pero también fenómenos como la inflación o escasez de materias primas.

UN PUNTO SUPERIOR

Al analizar los principales rasgos del proyecto, Hernández de Cos ha señalado cómo el cuadro macroeconómico a partir del cual se elaboran las cuentas establecen un crecimiento del 6,5% y del 7% para este año y el siguiente, una tasa media de crecimiento casi un punto por encima del consenso de los analistas para ambos ejercicios.

En el caso particular de la inflación, ha señalado cómo el deflactor recurrido para el consumo privado se queda en el 1,3%, «sólo dos décimas menos que en septiembre», ha dicho, lo que implicaría, en caso de hacer una actualización en base a la misma, una revisión de más de 0,5 y 1 puntos porcentuales para los dos años.

También ha destacado el efecto que podría tener el mantenimiento en el tiempo del alza en los precios de la energía, que en el caso de la electricidad llegaría a alcanzar entre dos y tres décimas de PIB al cabo de tres años en caso de consolidarse un aumento permanente del 10%.

LA EJECUCIÓN DE LOS FONDOS

En todo caso, el escenario central que proyecta el Banco de España también está sujeto a riesgos como la evolución epidemiológica, el alcance de los daños provocados por la crisis o el impacto que tengan los fondos europeos.

Hasta el momento, el ritmo de ejecución es menor al asumido por el Banco de España para sus proyecciones, que pasaban por inyectar 11.000 millones de euros este año y más de 31.000 millones en 2022, con un impacto de 0,6 y 1,8 puntos, respectivamente, en el PIB.

El gobernador ha concedido en su intervención que la puesta en marcha de las inversiones es un «reto de envergadura», máxime teniendo en cuenta que la inversión pública antes de la pandemia se quedaba «básicamente en el gasto de depreciación» y que «de la noche a la mañana» pasan a abordarse grandes inversiones y proyectos.

RECAUDACIÓN FISCAL

Al analizar las cuentas, Hernández de Cos ha incidido en que el punto de partida en materia de ingresos pasa por un desfase de 3.000 millones de euros menos en recaudación para este mismo año, principalmente por la menor recaudación de las novedades fiscales, por lo que ha incidido en contar con estimaciones «muy prudentes», sobre todo para las nuevas figuras tributarias.

Para este año ha señalado que las novedades «son muy escasas», algo que ha celebrado al reclamar como «deseable» que no se produzca «un incremento generalizado de impuestos».

Para la previsión de ingresos reconoce «riesgos a la baja», si bien ha señalado que, de confirmarse los datos de crecimiento del Gobierno, se trata de una estimación «prudente», ya que el Banco de España proyectaría para la misma una recaudación mayor. No así en cotizaciones sociales, pues considera «ligeramente optimista» la previsión de ingresos en la Seguridad Social.

INGRESOS Y NIVEL DE EJECUCIÓN

En lo relativo al gasto, ha reconocido que la previsión del 2,3% en su incremento es inferior al esperado en recaudación (8%) y PIB nominal (8,6%), pero que este había aumentado «de forma muy significativa» durante los dos ejercicios anteriores, y que por tanto presenta «un componente estructural importante».

En intereses cree que las previsiones del Gobierno son «muy prudentes» respecto a lo estimado por el Banco de España, cuyas proyecciones están por debajo, y para el déficit público anticipa dos fuentes de riesgo que, de materializarse, podrían compensarse: un peor comportamiento en los ingresos por menor crecimiento económico por un lado y, por otro, una menor ejecución en los niveles de gasto.

ESTRATEGIA DE CONSOLIDACIÓN

Para el gobernador, hace falta ser consciente de los «síntomas de fragilidad» de las cuentas públicas, tras un «profundo deterioro» por el «importante nivel de endeudamiento», una situación que ha llamado a «atajar» con una mayor selección a la hora de inyectar recursos, valorando aquellas medidas que impliquen un mayor nivel de gasto, y el diseño de una política de consolidación fiscal de medio y largo.

En este punto, ha destacado que este plan de consolidación a impulsar «una vez superada la crisis» será más efectivo cuanto antes se diseñe y se anuncie y el grado de consenso que genere a la hora de impulsarla.

Asimismo, ha pedido desarrollar una estrategia económica «favorecedora del crecimiento», a través de una «selección cuidadosa» de las inversiones y abordar «reformas estructurales ambiciosas» que permitan acabar con «obstáculos que limitan la capacidad de crecimiento» de la economía española.


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