Las compañías esperan aumentar entre un 10% y un 15% sus inversiones en digitalización, ciberseguridad y en las áreas de ventas.
Cuatro de cada cinco directivos (80%), tienen previsto reorganizar, en los próximos tres años, la forma en la que funcionan y se organizan sus compañías, según el informe Restructuring for growth, elaborado por Strateg&, la consultora estratégica de PwC.
El estudio se ha realizado a partir de una encuesta efectuada a 250 ejecutivos de compañías internacionales pertenecientes a once sectores de actividad distintos. En él se refleja como la crisis económica provocada por el coronavirus ha estimulado los cambios empresariales y se vislumbra un gran crecimiento de este ejercicio en el corto y medio plazo.
Las reorganizaciones, según el informe, tienen dos fines. Por un lado, crear nuevos modelos de negocio digitales y hacer más fuertes las cadenas de suministro así como la operativa de las empresas ante las futuras crisis.
En ese marco, las empresas prevén aumentar entre un 10% y un 15% sus inversiones en digitalización, ciberseguridad y en los sectores de ventas. De esta manera podrán dar alas al crecimiento de sus ingresos.
Un escenario que contrasta radicalmente con el que se dio en la crisis financiera de 2008/2009. Recordemos como el desplome del consumo y las dificultades para llegar a las fuentes de financiación provocó que las compañías tomasen medidas dirigidas a recortar el gasto y no a impulsar los ingresos. Estas fueron despidos, recortes de costes en los órganos ejecutivos, una gestión más agresiva del fondo de maniobra, etc.
De las respuestas de los directivos entrevistados se concluye que las preferencias estratégicas de las compañías a corto plazo pasan por desarrollar nuevos modelos de negocio (51%), rediseñar sus estrategias (37%), crecer orgánicamente en nuevos mercados (28%), invertir en nuevas capacidades (27%) y dibujar el modelo operativo futuro de las compañías (23%).
El estudio revela que un 25% de las empresas participantes ya han comenzado a reorganizar sus negocios, pero otras están todavía en una fase inicial de análisis.
CAMBIO EN LAS PREFERENCIAS DE INVERSIÓN
Estos procesos de transformación van a suponer un cambio significativo en las prioridades de inversión de las empresas y sus centros de coste.
El estUdio se ha realizado a partir de una encuesta efectuada a 250 ejecutivos de compañías internacionales pertenecientes a once sectores de actividad distintos.
Además pueden conllevar reducciones de plantilla y ajustes presupuestarios, pero limitados a aquellas funciones consideradas con menos críticas para el futuro.
Las compañías que han participado en el estudio tienen previsto reducir costes entre un 4% y un 11% de media en este tipo de funciones. Especialmente en sectores comerciales, generales y administrativos, susceptibles de mayor digitalización u otras como real estate, a la vista de los modelos de teletrabajo flexibles.
El estudio añade tres sugerencias para compañías que quieren resurgir con fuerza de la pandemia. La primera es revisar prioridades estratégicas. La segunda es invertir en digitalización y en ESG como claves para el crecimiento y revisar cortes. Por último; la tercera, involucrar a los empleados en el proceso de cambio.
PUNTOS DE VISTA FAVORABLES
Los directivos se muestran optimistas sobre la evolución de la coyuntura internacional en los próximos doce meses. El 60% espera que las condiciones económicas mejoren.
Además, el 50% prevé que sus compañías incrementen los ingresos en 2021 y proyectan un crecimiento acelerado en el futuro. No obstante, temen no poder capturar todas las oportunidades con las estructuras y modelos actuales.
Finalmente, el documento incluye un análisis de los factores que están causando que la recuperación en Europa esté siendo más lenta que en otras áreas geográficas como China o Estados Unidos. Además, prevé que, en el Viejo Continente, el PIB cierre el año con crecimiento del 3,4%.
Además, considera que en toda Europa existe una creciente necesidad de reestructuración y transformación en las industrias que se han visto más perjudicadas por la crisis del coronavirus. Estas son el transporte de pasajeros, viajes o la hostelería, entre otras.