sábado, 14 diciembre 2024

Gullón, de las galletas María a ser los pioneros de las pastas saludables

Gullón es una de las mayores factorías de galletas de nuestro país. La empresa tiene más de 100 años de historia y han sido capaces de reinventar una y otra vez su fórmula del éxito. La compañía galletera ha solventado guerras internas de sucesión y, actualmente, copa el mercado con algunas de sus especialidades.

Galletas Gullón fue fundada en 1892 por Manuel Gullón. Él, junto a un pequeño grupo de empresarios de Aguilar de Campoo, introdujeron en España las galletas, un producto desconocido por aquella época para la sociedad española y que habían sido creadas a principios del siglo XIX en Inglaterra.

Sin embargo, su éxito explotó en los años 50. Gullón comenzó un proceso de diversificación sobre sus productos tradicionales y lanzaron al mercado sus icónicas galletas Marías y Tostadas Doradas, denominadas así por el baño de aceite que le confería ese particular aspecto. Además, en esa época comienza la fabricación de barquillos y rosquillas bañadas en chocolate, así como la elaboración de pastas.

A la muerte de Manuel Gullón en 1983, su mujer María Teresa coge las riendas de la empresa acompañada de sus hermanos, Félix y Raúl, quienes contrataron de director de operaciones a José Miguel Martínez Gabaldón. Pronto se convertiría en la mano derecha de la presidenta. Este hecho no fue muy bien visto por tres de los cuatro hijos de María Teresa una vez entraron a trabajar a la empresa.

En 2020 experimentó un crecimiento histórico de 21 millones de euros

Estas desavenencias hicieron que estallase una guerra familiar que ha durado muchos años. Sin embargo, el capítulo más rocambolesco de la historia se produjo en 2009 cuando Félix, Hernán y Rubén, apoyados por sus tíos, celebraron un consejo de administración donde hicieron a María Teresa presidenta de honor y le quitaron los poderes ejecutivos a la vez que despidieron a su mano derecha. Esto fue posible porque en ese consejo ellos eran mayoría. Sin embargo, María Teresa, su hija pequeña Lourdes y Gabaldón contratacaron.

María Teresa hizo cálculos y vio que, entre ella, su hija y Gabaldón sumaban el 82% de las acciones. Con ese poder, convoca su propio consejo extraordinario en la fábrica de Aguilar, que acoge la sede social. Sin embargo, un guardia de seguridad no les deja pasar y ellos realizan la reunión en un Mercedes negro. Finalmente, la Justicia da la razón a María Teresa que restablece el orden, sacando de la empresa a sus hermanos.

En 2019, María Teresa decide que es el momento de retirarse, se convierte en presidenta de honor y nombra sucesora a su hija Lourdes que nombra como director general a Gabaldón. Esto es la estocada final para sus hermanos. Félix se marchó de la compañía el pasado año y ha puesto en marcha su propia fábrica de galletas lejos de Gullón.

GRAN PRESENCIA INTERNACIONAL

Sin embargo, Gullón ha sabido capear estos temporales como nadie. La compañía no para de aumentar sus beneficios. En 2020 alcanzó una facturación de 408,7 millones de euros, experimentando un crecimiento histórico de 21 millones de euros, un 5,4% más que el año anterior. La compañía ha visto incrementadas sus ventas en un 603% en veinte años y consolida su modelo de negocio basado en la reinversión del beneficio durante la pandemia.

«Gracias a nuestra política de crecimiento y desarrollo de negocio a largo plazo y a la anticipación de la pandemia que realizamos, hemos conseguido cerrar uno de los mejores años en cuanto a facturación superando la barrera de los 400 millones de euros», afirma Juan Miguel Martínez Gabaldón.

Las galletas de Gullón también son conocidas fuera de nuestras fronteras. La compañía cerró el año con una facturación de 163 millones de euros en exportación, lo que representa cerca de un 40% del total. La estrategia internacional de la factoría ha sido potenciar el concepto de galleta saludable, que es líder en España copando el mercado.

Gullón cuenta con filiales en Portugal, Estados Unidos, Italia, Francia y Reino Unido y alcance en 120 países. Pero no se paran aquí, tienen previsiones de crecimiento de las exportaciones especialmente en las áreas geográficas del arco mediterráneo y la región Asia-Pacífico.

PIONEROS DE LAS GALLETAS SALUDABLES

Gullón no se ha convertido en una de las principales galleteras de España y Europa por casualidad. Después del primer éxito de las galletas Marías y Tostadas Doradas, María Teresa tuvo una idea que marcó un hito en el sector. Ella era vegetariana, y por este motivo se le ocurrió apostar por una galleta saludable, siendo los pioneros en comercializarlas. El éxito fue total y convirtió a Gullón en una de las grandes galleteras de los 90.

La compañía galletera no ha perdido ese espíritu de innovación. Gullón se reinventa para ponerse al lado de los consumidores y satisfacer sus necesidades. Es por eso que, ante los cambios en los hábitos alimenticios de la población, la empresa ha reinventado su cartera de galletas sin azúcar modificando su nombre.

La nueva marca se llama ZERO y tiene por objetivo democratizar el consumo de este segmento de galletas. «Con la premisa de no prescindir del placer, garantizar el máximo sabor y normalizar el consumo de estos productos, la compañía ofrece más de 20 tipos diferentes de galletas sin azúcares, entre las que se encuentran las variedades Dorada, María, Digestive, Avena, Sandwich, Choco Tablet, Twins o Barquillos entre otras. De esta forma, Galletas Gullón hace una decisiva apuesta y afianza su liderazgo en el segmento ‘sin azúcar’ con más del 60& de la cuota de mercado», explican desde la compañía.

La longeva compañía no pierde un ápice de su filosofía y sigue manteniendo el mismo espíritu empresarial de la época de Manuel Gullón. La factoría especializada en galletas es la única española con más de cien años que sigue controlada por la familia fundadora. A pesar de los problemas, Gullón es capaz de solventarlos y ampliar su ventaja frente a sus rivales.


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