España ha recibido 17 recomendaciones de la Comisión Europea para la elaboración del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC), según ha informado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En concreto, tres de ellas son de carácter económico; siete, ambientales y climáticas; dos, sobre medio rural; tres, relativas a demandas de la sociedad; y dos hacen referencia al objetivo transversal de la nueva PAC como son la modernización del sector agrario a través del conocimiento, la innovación y la digitalización en las zonas rurales.
De todas ellas, 16 se corresponden con las necesidades identificadas por el Departamento que lider Luis Planas en la fase de análisis y diagnóstico del sector agroalimentario previa a la elaboración del PEPAC, lo que indica, según Agricultura, el «acierto y el rigor» de este trabajo, que fue realizado en colaboración con las comunidades autónomas y los agentes del sector.
El Departamento precias que se trata de prescripciones no vinculantes jurídicamente, la Comisión sí tendrá en consideración la forma en que se integran en los planes estratégicos nacionales a la hora de aprobar estos o no de una manera definitiva.
RECOMENDACIONES ECONÓMICAS
La primera de las recomendaciones económicas es impulsar la competitividad de las explotaciones agrícolas y la consolidación de explotaciones agrícolas viables orientadas al mercado. Para ello, la CE propone estimular inversiones especialmente en nuevas tecnologías y prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.
También recomienda buscar una mayor integración de los productores primarios fomentando una mayor dimensión de las organizaciones de productores (OP), además de aconsejar mejorar la eficacia, orientación y distribución de las ayudas directas.
RECOMENDACIONES MEDIOAMBIENTALES Y CLIMÁTICAS
En este caso, se trata de siete apuntes que empiezan con la contribución al objetivo del Pacto Verde de la Unión Europea sobre la agricultura ecológica.
Así, la CE realiza dos peticiones relacionadas con el cambio climático: mitigarlo mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con especial atención a los procedentes de la fermentación entérica; y mejorar la adaptación al cambio con sistemas para reducir los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos, la adopción de cultivos de menor consumo de agua y de variedades resistentes a la sequía o la conservación de pastizales existentes, entre otras medidas.
La cuarta y quinta recomendaciones son contribuir al objetivo del Pacto Verde sobre las pérdidas de nutrientes y continuar con la modernización de las infraestructuras hidráulicas y los sistemas de irrigación existentes. En este caso, la Comisión pretende que se aborde el problema de la elevada erosión del suelo y la desertificación de las tierras cultivables.
Sostiene, por otra parte, que España debe «frenar e invertir» el proceso de pérdida de biodiversidad mediante el fomento de la conectividad del paisaje y una mayor diversidad de sus elementos. Y anima a reforzar la gestión sostenible de los bosques impulsando su multifuncionalidad, protección y restauración.
RECOMENDACIONES SOCIALES Y RURALES
La primera de estas cinco prescripciones es reducir el uso de antimicrobianos y mejorar la gestión del ganado, la bioseguridad y la prevención y el control de las infecciones. A ella se une la de avanzar en el bienestar de los animales.
También propone reducir el uso y los riesgos de los productos fitosanitarios e incrementar la utilización de prácticas agrícolas sostenibles como la gestión integrada de plagas.
Respecto a las zonas rurales, considera que se debe hacer frente al reto de la renovación generacional en la agricultura y reducir la brecha entre el empleo masculino y femenino. A lo que añade la necesidad de promover la inclusión social con especial atención a los grupos vulnerables, como son los trabajadores temporales.
AMPLIACIÓN DE LA BANDA ANCHA
Las últimas dos propuestas de la CE tienen un carácter transversal y se centran, por un lado, en la ampliación de la banda ancha en las zonas rurales y remotas, con el fin de acelerar la transición digital del sector.
Por otro, en el acceso al conocimiento y la innovación, para lo que indica que se debe fomentar la integración de asesores en los AKIS y orientar más los proyectos de investigación hacia las necesidades de agricultores y ganaderos.
Con estas recomendaciones, Agricultura y las comunidades autónomas pueden afrontar la fase final de redacción del plan estratégico nacional, del que en la próxima primavera habrá un borrador consolidado para enviar a Bruselas.