El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha reconocido que el incremento de la morosidad en el sector financiero observado hasta el momento resulta «muy contenido» debido a la amplia batería de medidas, si bien ha advertido de que «se va a producir un aumento significativo de la tasa de dudosos en los próximos trimestres, incluso en el escenario más benigno».
Así lo ha puesto de manifiesto Hernández de Cos durante su intervención en el III Foro de Banca organizado por El Economista y Accenture, donde ha subrayado que las autoridades económicas y supervisoras continuarán ejerciendo una «vigilancia estrecha» sobre las entidades y los mercados financieros para que sigan facilitando el necesario flujo de crédito a la economía.
El gobernador del Banco de España ha explicado las medidas impuestas estos últimos meses, que tienen como objetivo impedir un comportamiento excesivamente procíclico y mecanicista de las provisiones derivado de reclasificaciones automáticas a dudosos de exposiciones afectadas por perturbaciones transitorias.
En su opinión, lo principal es evitar un ajuste a la baja del volumen de crédito ante la crisis del Covid-19, moderando también el impacto en la rentabilidad. Por su parte, la consideración del impacto positivo de avales públicos y moratorias sobre la capacidad de pago de los agentes del sector privado también pretende mitigar el deterioro en las calificaciones crediticias.
No obstante, teme que la banca haga una «mala utilización» de las medidas, lo que podría facilitar ciertas prácticas contables «inadecuadas», demorando el reconocimiento de deterioros efectivos en la calidad de crédito de ciertas exposiciones.
Por este motivo, las guías supervisoras consideran también que las medidas en materia contable no deben suponer un menoscabo en la adecuada identificación de deterioros y la asignación de coberturas razonables por riesgo de crédito, proporcionando a las entidades los incentivos necesarios para el mantenimiento de estándares adecuados a las expectativas.
En cualquier caso, ha asegurado que la adecuada aplicación de las medidas no solo han impedido que la morosidad haya aumentado de forma repentina e intensa en este período, sino que confía en que también mitigarán en parte su incremento futuro, el cual da por hecho que se producirá al tener en cuenta las distintas proyecciones.
En este sentido, ha destacado la actitud previsora de las entidades financieras al haber destinado importantes recursos a provisiones. «Esto ha hecho que su rentabilidad se haya reducido significativamente, pero también ha elevado su capacidad de absorción de deterioros, algo que los inversores valoran especialmente en estas circunstancias», ha indicado.
Así, ha llamado al sector a persistir en esta política de anticipación de reconocimiento, lo que facilitará que, con posterioridad, puedan seguir cumpliendo con su función de proporcionar financiación a la economía.
JUSTIFICA EL VETO AL DIVIDENDO
Por otro lado, Hernández de Cos ha querido explicar la «racionalidad» del veto a distribuir dividendos, una medida que ha asegurado que busca una mayor acumulación de recursos en las entidades para la absorción de pérdidas en un contexto de fuerte incertidumbre.
Con carácter general, todas las entidades españolas que pudieron legalmente suspender o aplazar el dividendo sobre los resultados de 2019 siguieron estas recomendaciones. Según cálculos del organismo supervisor, esto les permitirá añadir alrededor de 50 puntos básicos en 2020 a sus colchones de capital, que se suman a los que ya tenían antes de que estallase la pandemia.
En esta línea, ha añadido que el Banco Central Europeo (BCE) y la Junta Europea de Riesgo Sistémico revisarán la anterior recomendación antes de que finalice el año. «La decisión final tendrá en cuenta la situación macrofinanciera que enfrentemos en ese momento», ha señalado
En todo caso, con independencia de la decisión que se adopte, Hernández de Cos ha dicho que la recomendación de prudencia en este ámbito debe seguir estando vigente mientras persista la incertidumbre actual y hasta que se consolide una recuperación económica sólida.