miércoles, 11 diciembre 2024

Airbnb captará más clientes antes que los hoteles por su agilidad

Tras años consecutivos de intenso crecimiento, la irrupción del coronavirus dio al traste con las previsiones del sector del turismo para el 2020 que, aunque anunciaban un nuevo ciclo, han sufrido una severa revisión a la baja. En relación a la oferta de alojamientos, si bien las preferencias se inclinan hacia opciones “más seguras” y “limpias” representadas en los hoteles, también es cierto que los anfitriones de Airbnb “podrán reaccionar con mayor rapidez ante un aumento de la demanda”.

La evolución de la pandemia es asimétrica desde un punto de vista territorial, y aunque el impacto en la oferta y los segmentos -ocio y negocios- es enorme, la capacidad de reacción del sector ante cambios de tendencia resulta llamativa por desigual. Los establecimientos hoteleros mejor posicionados hoy, pueden colocarse a la cola de la oferta mañana. Así se las gasta el virus.

Los datos que descubre el inestable y desconocido escenario de este verano los recoge la edición de especial de julio del ‘Informe Real Estate Market Outloook’ de CBRE Research España, que este año dedica un amplio apartado al sector hotelero. Lo único definitivo es la desconcertante conclusión de un panorama turístico fuertemente marcado por el cambio.

Tanto es así que, si bien “los hoteles podrían beneficiarse de un cambio en las preferencias de consumo, al decantarse los clientes por opciones más seguras y limpias frente a otras como Airbnb u otros servicios de alquiler de alojamientos vacacionales similares”, no obstante, “los anfitriones incluidos en la plataforma Airbnb podrán reaccionar con mayor rapidez ante un aumento de la demanda”.

En el caso particular de Airbnb, reanudar la oferta se traduce en un gesto tan sencillo como “volver a incluir sus propiedades en ese portal, mientras que los hoteles tendrán que volver a contratar personal”, poner en marcha sus instalaciones con todo lo que implica e implementar de nuevo una actividad involucrando a trabajadores y proveedores.

En cualquier caso, y aplicando el mismo argumento que impera ahora entre los clientes, según la evolución actual, “la oferta de Airbnb también se podría ver afectada porque los anfitriones podrían estar menos dispuestos a alquilar sus viviendas” por las mismas cuestiones ”de salud y seguridad” que alegan los usuarios.

La oferta de Airbnb también podría verse afectada “por aquellos que hayan optado por alquileres de largo plazo ante la incertidumbre que presenta el mercado turístico”.

RESISTE LA DEMANDA NACIONAL Y CAE EL TURISMO DE NEGOCIOS

Teniendo en cuenta que la gran mayoría de la demanda hotelera internacional y nacional de España está relacionada con el ocio (85%), el país podría experimentar una recuperación más rápida que otros países, en especial en zonas costeras y de ocio que cuentan con una demanda interna más sólida.

El más perjudicado sigue siendo el turismo de negocios, demanda de viajes de trabajo “se verá muy afectada por el impacto en los resultados empresariales, ya que se reducirá todo desplazamiento no esencial”. En este sentido, ciudades como Madrid o Barcelona serán las peor paradas por su alto componente de demanda empresarial e internacional. Asimismo, también tendrán efectos negativos “los cambios estructurales como la rápida y masiva adopción del teletrabajo”.

RECUPERACIÓN EN FASES

El informe de CBRE redunda en un pronóstico bastante extendido en diferentes estudios del sector del turismo: “Todo apunta a que la recuperación del sector comenzará en 2021 y no alcanzará niveles precrisis hasta 2022”.

En cuanto a la recuperación en fases, primero se espera un mejor comportamiento de la demanda nacional seguida de la de corto radio para finalizar con la de largo radio. Aquellos destinos con mayor exposición a la demanda internacional tendrán que hacer un esfuerzo para capturar parte de la demanda doméstica.

No obstante, y según el estudio, España continúa siendo un polo de gran interés entre los inversores debido a sus sólidos fundamentos turísticos, si bien es cierto que predominan ahora aquellos con un perfil value add y, en general, más oportunista en búsqueda de operaciones que puedan ofrecer un descuento en precio. A pesar de las circunstancias, todo apunta a que este tipo de transacciones no tendrán un papel protagonista al menos durante el 2020.

Mecanismos tales como refinanciaciones, préstamos ICO o ERTEs, han sido utilizados como bomba de oxígeno que en muchos casos permitirán resistir el envite de la crisis actual durante los próximos meses sin necesidad de recurrir a la venta de activos.

Conviene destacar de nuevo que los destinos españoles se recuperarán a distintas velocidades, lo que sí podría generar que determinadas operaciones en algunos destinos concretos puedan sufrir más los efectos de la pandemia, como destinos más secundarios o dependientes de micro segmentos de demanda paralizada en estos momentos.


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